Categorías
Antiguos

Cuando, si, comenzar un proyecto largo

Si ayer hablabamos de cuando no es un buen momento para comenzar un proyecto, hoy vamos a hablar de uno de los mejores momentos para comenzarlo, ya que no falta mucho para que llegue y no me gustaría que leyeseis esto dentro de unos meses.

El mejor momento para comenzar un proyecto son las vacaciones de verano, ese periodo que muchos de vosotros estais a punto de disfrutar y otros aun tienen pendiente unas semanas en el horizonte antes de que lleguen. Vale, reconozco que en principio no es muy original pensar que el periodo vacacional es de los mejores momentos, pero antes de que empeceis a tirarme tomates, dejame que os explique las razones. Vereis que hay más de las que parecen a simple vista.

Por un lado estan las oportunidades que se nos ofrecen en esta época. Por un lado existe una disponibilidad de tiempo libre que durante el resto del año nos es más dificil disfrutar, pues además de salir por la noche, compartir más tiempo con la familia y/o los amigos, hacer turismo o dedicarse a la lectura, tenemos numerosos momentos donde el tiempo es completamente nuestro. Por las noches, por ejemplo, tras acostarse todo el mundo, la temperatura suele acompañar a la escritura. A mi me cuesta horrores irme a la cama cuando empiezo a escribir a esas horas, pues la tranquilidad de la noche hace que la escritura fluya y llega a ser doloroso el detenerlo (¿y si la noche siguiente las ideas no salen tan bien?). Durante la siesta todo el mundo suele estar durmiendo, y la tranquilidad es casi total. Es cierto que el calor puede agobiar y en algunos casos es imposible sentarse a la mesa a escribir. Pero tumbado en la hamaca, con los ojos cerrados, es un buen momento para repasar lo que se va a escribir por la noche. Curiosamente, hacer esto suele acabar en una siesta perfecta cuando el sueño acaba alcanzandote.

Separación del grupo. En estas fechas es cuando la gran mayoría de los grupos se separa para reencontrarse otra vez en septiembre. Y si tienes la costumbre de jugar periodicamente, no hacerlo durante las varias semanas que duran las vacaciones de cada uno de los integrantes del grupo consigue que tengas unas ganas tremendas de hacer algo, cualquier cosa, que esté relacionado con los juegos de rol. Si el proyecto, además, tiene relación con lo que van a jugar una vez se reencuentren, ya las ganas de escribirlo son tremendas. Sabes que tus amigos van a ser los primeros en probarlo. Y es posible que cuando acabe el verano no esté finalizado, pero la menos se encontrará en un estado bastante más avanzando que lo que hubieras podido escribir durante el mismo periodo en otra época del año.

Mantener la mente activa. Esta es otra de las razones por las que muchos podrían lanzarse a escribir un proyecto en verano. Para algunos, las vacaciones son un periodo donde la mente entra en una especie de coma del que vuelve cuando estas se acaban. Pero por alguna extraña razón, otros creemos que las vacaciones son esos periodos donde sigues haciendo cosas, pero completamente distintas a las que haces el resto del año. Además, haber desconectado del trabajo (espero que desconecteis del trabajo… que para eso están las vacaciones) os permite abordar la escritura con la mente más libre. Os podeis centrar de una forma más intensa en lo que quereis escribir, abordandolo desde más puntos de vista. Si alguien lo ha probado, reconocerá que los textos salen más limpios, mas centrados y más interesantes.

Pero, sin embargo, la que a mi más me gusta es una que incluso tiene una aplicación directa. El hecho de escribir cada día, mientras pasan las vacaciones, y continuar cuando estas finalicen, hace que mantengas la mente activa, abierta, realizando una actividad personal agradable. Cuando llega el final del verano y comienzas a trabajar de nuevo, no puedes esperar a que llegue la tarde para sentarte media hora delante del portatil, de la libreta, para continuar escribiendo. La parte dura, el comienzo, las primeras páginas, los primeros párrafos, ya están escritos. Y en este momento estamos disfrutando mientras el texto avanza. Cuando, al volver a trabajar, seguimos escribiendo en algo que nos gusta, estamos realizando una tarea que nos permite desconectar cada noche, permitiendonos volver poco a poco a nuestra vida normal. Y esta es una de las mejores maneras de evitar el síndrome postvacacional.

Por ello, si tienes ganas de comenzar un proyecto, y tienes todas las ideas que necesitas para comenzar, toda la información de la que puedes disponer, de entre todos los periodos del año te aconsejo que intentes empezar tu proyecto en verano. Y cuando lleves un par de meses con él y veas como avanza, ven y nos cuentas tu experiencia.