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Dragón, de Victor

Nueva ilustración a cargo de Víctor.

 

A mí me encanta la textura con la que quedan las alas del dragón 🙂

 

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Malaria o Paludismo – Enfermedades y maldiciones para R&P!

La enfermedad conocida como “Mal aire” o “Malaria” es contagiada, en realidad, por un mosquito que vive sobretodo en lugares húmeros y cálidos. Esta enfermedad es una verdadera plaga en las junglas órcidas.

Contagio/forma de enfermar

Normalmente esta enfermedad se contagia con la picadura de un mosquito, por lo que la suerte cuenta bastante a la hora de librarse de esta enfermedad. Cuando los personajes se encuentren en alguna zona infestada con mosquitos capaces de transmitir la malaria y sin protección adecuada, deberán lanzar 1d20 al día en el que deberán sacar igual o menos su CAR. Si sacan más que su CAR, un mosquito infectado de malaria le picará, y deberán superar una TS por CON a dificultad 25 para no infectarse.

Incubación

6+1d4 días.

Síntomas

El paciente sufre periodos de un par de días de intensa fiebre, que le deja tumbado en la cama y delirando, para luego pasarse cinco días de aparente normalidad. Este ciclo deja al cuerpo realmente exhausto, lo que le hace al paciente perder permanentemente un punto de CONstitución por cada dos meses de enfermedad.

Curación

Aparentemente esta enfermedad afecta más tiempo a las personas más fuertes. La enfermedad se cura normalmente cuando el paciente haya perdido la mitad de su CONstitución original de esta manera. La malaria no se cura nunca si antes no ha hecho perder al menos 7 puntos de CONstitución a su enfermo, así que los personajes con 7 o menos puntos morirán antes de curarse.

Un hechizo de Curar heridas graves dedicado explícitamente para ello, curará un ataque de fiebre. Si un personaje recibe uno de estos hechizos cada vez que sufre fiebre durante dos meses seguidos, no pierde el punto de CONstitución que le hubiera correspondido por ese periodo, sin embargo, cuenta como si lo hubiera perdido a la hora de curarse de la enfermedad.

Un hechizo de Curar contra una dificultad de 20 o magia superior cura totalmente esta enfermedad y restaura automáticamente todos los puntos de CONstitución perdidos.

Consecuencias

El enfermo, una vez curado, podrá recuperar su CONstitución perdida a razón de un punto por año.

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El Lobo y el alfarero

 

 

Estos relatos iban a aparecer, originalmente, en Roma, el juego de rol que próximamente publicará Ludotecnia.

Desgraciadamente, al final se han quedado fuera, lo cual es un nuevo motivo para publicarlos aquí 🙂

«-Dominus, Él está aquí.

-Bien, Eco, pues no le hagas esperar.

 

Mientas su esclavo salía del despacho, Quinto Cornelio levantó la mirada de sus papeles, y se preparó para el momento que tanto estaba esperando. Uno de los lictores entró con grande pompa y con grandes voces anunció la llegada del invitado: «Salve a Lucio Cornelio Sila. Dictador de Roma.»

 

El anciano entró lentamente en la habitación, vestido con una túnica sencilla en la que tan sólo unos ribetes morados recordaban su posición.

-Quinto Cornelio, creo recordar ¿no?

-Ave, dictador, bienvenido a mi casa.

 

Ambos hombres se miraron por un instante. Valorándose mutuamente. Había algo de fragilidad en la imagen del anciano albino, con sus huesos claramente marcados y su sonrisa lobuna. Pero Quinto no se iba a dejar engañar, la piel enferma de ese hombre no le había impedido perseguir al feroz Yogurta por toda África.

 

-¿Puedo sentarme en vuestra casa, Quinto Cornelio?

-¡Por supuesto, dictador, disculpe mi torpeza! ¡Eco! Trae un poco de vino y unas olivas. Lamento no tener un vino demasiado bueno, dictador, esta no es una casa rica.

-Vino no, por favor, un poco de agua fresca me irá bien…

 

El anciano mostró una insospechada agilidad al dirigirse al triclinio, y allí se sentó como un soldado, en vez de echarse como el patricio que era.

 

-Quinto Cornelio… supongo que no somos parientes…

Quinto se sonrió en su interior, era evidente que Sila conocía bien la respuesta a esa pregunta. Pretendía humillarle, pero eso no era algo que a él le importara. –No, dictador. Mi bisabuelo fue un esclavo liberado, me temo. Desconozco si sirvió a algún antepasado tuyo.

 

Sila mantuvo su sonrisa lobuna. Quinto pensó que parecía más peligroso cuando parecía afable, pero la verdad es que nunca le había visto, ni deseaba verle, enfadado.

 

-He venido a felicitarte, Quinto Cornelio, serás uno de los Tribunos de la plebe el próximo año.

-Las elecciones son mañana, dictador.

Sila rió inocentemente, la suya no parecía la risa de alguien que mandaba matar a decenas de ciudadanos todos los años. – No me habría mantenido como dictador tanto tiempo si no supiera quién va a ganar las elecciones ¿no crees Quinto?

 

El viejo zorro, sin duda, tenía razón. En la Roma de Sila, ni si quiera las moscas vuelan sin pedirle permiso. Quinto sonrió y, pretendió ser agradable –No, sin duda.

– Hay algo que no entiendo, querido Quinto, y espero me perdones la familiaridad. Pero ¿por qué un alfarero iba a querer introducirse en la peligrosa política romana?

Bueno, eso sí que es ir al grano, pensó Quinto, que sabía que debía pasar por alto la humillación de denominarle como «alfarero» siendo uno de los propietarios de talleres de alfarería más importantes de Roma. Al fin y al cabo, el viejo tiene razón. La política romana es peligrosa, especialmente para aquellos que se oponen a Lucio Cornelio Sila. – Deseo servir lo mejor posible a la Res Publica, dictador. No soy un alborotador populista, si es lo que teméis.

-No, no, por supuesto que no, Quinto, no me malinterpretes. La gente en seguida piensa que estoy amenazándole o algo parecido.- El dictador volvió a exhibir su mejor sonrisa – Y ya ves… Viniendo por aquí he visto una pintada que decía «abajo el tirano» ¿lo puedes creer?

-Siempre habrá ociosos y demagogos…

-Sin duda… ¿sabías que la palabra tirano era una palabra honorable? Era un título que se otorgaba a los mejores de entre las ciudades griegas para que se hicieran cargo del gobierno. Algo parecido a la dictadura. Sin embargo, ahora «tirano» es un insulto ¿tú crees que la palabra dictador sufrirá alguna vez un cambio semejante?

-Bueno, yo no sé mucho de historia, pero creo que muchos tiranos abusaron de su situación…

-Algo que no hace ningún dictador romano ¿verdad?- Sila volvió a sonreír peligrosamente. – Tranquilo, no debes temer nada. Esto es una charla informal, me gusta conocer a mis colegas en el gobierno del próximo año.

«Colegas en el gobierno», esto sí que es bueno… La conversación estaba empezando a volverse especialmente peligrosa… Quinto decidió darle al viejo zorro un motivo para sentirse satisfecho. Algo que le convenciera que se había metido en política por motivos ruines y no para fastidiarle a él. –Bueno… no sé si debería contarlo…

-¡Por favor, Quinto, estamos entre amigos!

-Bueno… La cerámica ateniense siempre ha tenido un gran prestigio en Roma. Merecido sin duda. Pero tengo contactos en Grecia que me han contado que algo se está moviendo allí. Parece ser que uno de los talleres más importantes está tirando los precios y los demás se han visto obligados a lo mismo…

Sila se rió con ganas – Y has pensado que ese movimiento puede extenderse hasta Roma… pero un Tribuno de la plebe podría vetar la llegada de los primeros barcos con vasijas baratas ¿no?

Quinto se ruborizó – Bueno… no creo que sea bueno para Roma que el dinero romano huya a Atenas…

-¡Por supuesto, Quinto, por supuesto! ¡Más trabajo para los talleres romanos!- Sila se levantó, visiblemente satisfecho, ni si quiera había probado el agua y las olivas. – Pero no puedo seguir abusando de tu hospitalidad de esta forma, Quinto. Tendremos tiempo de hablar durante este año, supongo.

Quinto acompañó al dictador a la puerta y volvió a su despacho esperanzado. Parecía que la entrevista había salido bien. El empresario acarició su toga de candidato pensando en sus próximos pasos. Engañar al viejo zorro no parecía tan difícil… Si conseguía sobrevivir a este año, posiblemente Quinto Cornelio pasaría a la historia de Roma.

 

Lucio Cornelio Sila salió a la calle con el ceño fruncido. Cayo Caelio le esperaba a la salida y le interrogó con la mirada. El dictador asintió con un gesto seco y determinado. Quinto Cornelio no llegaría a presentarse a las elecciones del día siguiente… El día anterior un grupo de caballeros le habían convencido de que el comercio romano necesitaba un descenso en el precio de sus productos de alfarería.»


Roma es un juego de rol que será publicado en breve por Ludotecnia, dentro de su línea Cliffhanger, y que ha sido escrito por un servidor de ustedes y de la diosa Fortuna. 🙂

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Licantropía – Enfermedades y maldiciones para R&P!

Los enfermos de licantropía parecen criaturas absolutamente normales. La mayoría pasan totalmente desapercibidos, aunque algunas veces presenten algunos rasgos que pueden dar pistas sobre su verdadera naturaleza (uñas largas, dientes afilados, hombros peludos…)

Existen muchas formas de licantropía, la más común es la conocida como maldición del hombre-lobo, si bien existen otras formas menos frecuentes pero igualmente horripilantes, como la de los hombres-rata, los hombres-murciélago o los hombres-tiburón.

Cuentan los sabios que el origen de la licantropía procede del mismísimo Ardol. En su empeño por crear una especie que le fuera fiel, el dios malvado cruzó a distintas criaturas inteligentes con animales salvajes, dando lugar a horribles monstruos irracionales. El Innombrable, además les dio la capacidad de extender su condición y transformar a sus víctimas en criaturas como ellos.

Levondel, sin embargo, consiguió encontrar la forma de, si bien no destruir la amenaza, al menos sí debilitarla. La diosa-luna les dio a los licántropos el don de ser, casi todo el tiempo, criaturas normales. Sólo siete noches al mes, coincidiendo con la Luna Llena, los licántropos revierten a su naturaleza salvaje.

Contagio/forma de enfermar

Quitando medios mágicos, sólo existe una forma de enfermar. Ser la víctima de las uñas o los dientes de un licántropo (en estado de licantropía). Cuando una criatura es herida de esta manera, debe superar una TS por CON o se verá infectada.

Incubación

Un mes después de la infección, durante la próxima luna llena, sufrirá de sueños inquietos, en los que le parecerá perseguir a presas y devorarlas cruelmente. Estos sueños le impedirán dormir tranquilamente, y sufrirá el aspecto Somnoliento al día siguiente.

A partir del segundo mes, la criatura se comporta como un infectado normal.

Síntomas

Cada una de las siete noches en las que la Luna se encuentre en su mayor explendor, la criatura tiene derecho a intentar superar una TS por SABiduría para no sufrir la transformación. En el caso de superar la tirada, se pasará toda la noche luchando consigo mismo, sin poder apenas hacer otra cosa que aullar y desesperarse. En cualquier caso, al día siguiente ganará el aspecto Somnoliento.

En el caso de que la criatura falle su TS por SABiduría, se convertirá en licántropo. Y tendrá un penalizador de -1 a las próximas TS que intente superar por este motivo. Cada vez le será más difícil controlar su enfermedad.

Una criatura en forma de licántropo cambia su alineamiento automáticamente a Caótico Malvado y se comporta como una bestia asesina y criminal. Si el personaje es de alineamiento malvado, al día siguiente recordará perfectamente todo lo sucedido. Si es de alineamiento bueno o neutral, al día siguiente no recordará nada, más allá de pequeños flashes con horribles imágenes. Hay quien dice que el hecho de que los licántropos buenos y neutrales no recuerden lo que hacen por las noches es una bendición de Levondel.

Curación

Sólo los sacerdotes de Levondel pueden curar la Licantropía, lanzando un Milagro contra una dificultad de 50. La bondad de la criatura a curar puede proporcionar una bonificación que irá de +1 a +25.

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Lepra – Enfermedades y maldiciones para R&P!

La lepra es una horrible enfermedad, casi incurable, con la que algunos dioses gustan de castigar a aquellos que les ofenden. En algunos lugares de Aleph se dice de los leprosos que “están siendo devorados por el Innombrable”

Contagio/forma de enfermar

La única forma de enfermar de Lepra es, sufriendo algún tipo de maldición mágica o estando en contacto físico con un leproso.

Lo cierto es que, afortunadamente, no es una enfermedad muy contagiosa. Para contagiarse de lepra, un personaje deberá fallar una TS por CON contra una dificultad de 10.

Incubación

La enfermedad empieza a mostrar sus primeros síntomas 1d6 semanas después del contagio.

Síntomas

La lepra afecta sobretodo a la piel, que empieza a llenarse de llagas de feo aspecto y con riesgo de gangrenarse. Cuando el personaje lleve al menos un año sufriendo esta enfermedad, algunos dedos y dientes empiezan a volver insensibles y acaban desprendiéndose.

Curación

Las llagas pueden curarse con hechizos de curación sencillos, como el curar heridas ligeras. Pero esto no detiene a la enfermedad. Para curarse de lepra es necesario recurrir a la magia más poderosa, como el deseo.

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Kafkisis – Enfermedades y maldiciones para R&P!

Esta horrible maldición se produce por motivos desconocidos. Una noche la víctima se acuesta a dormir y al día siguiente aparece transformada en una horrible cucaracha.

Contagio/forma de enfermar

Desconocida por completo. Es posible que en vez de una enfermedad se trate de algún horrible hechizo desconocido. Esta enfermedad ha afectado a muy pocas criaturas y no parece haber ninguna relación entre ellos. La mayoría de los afectados son varones humanos y jamás se ha dado esta transformación en alguien que durmiera acompañado.

Síntomas

La víctima se transforma en una enorme cucaracha. La criatura transformada en cucaracha sigue pesando lo mismo que pesaba el día anterior, por lo que sus dimensiones van en consonancia con su peso.

El CARisma de la criatura se ve reducido automáticamente a 2, y su CONstitución crece hasta 20. Por lo demás, el resto de sus características permanecen igual, así mismo, sus conocimientos no se ven alterados. Aunque, lógicamente, la cucaracha tendrá serios problemas a la hora de utilizar sus habilidades al no tener manos.

Se conoce el caso de un mago que fue capaz de volver a utilizar magia en forma de cucaracha, si bien para ello tuvo que investigar todos sus hechizos desde cero para quitarles componentes vocales y adaptar sus componentes somáticos a sus nuevas extremidades.

La cucaracha conserva totalmente sus recuerdos y personalidad anterior, pero sus dificultades para comunicarse, probablemente, le harán difícil hacérselo notar a sus compañeros.

Curación

Un milagro a dificultad 50 o un Deseo Limitado puede devolverle al personaje su forma normal.

A juicio del Máster es posible que el personaje mantenga algún rasgo de su vida como cucaracha, como un gusto desmedido por la fruta o un +1 de CONstitución.

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Monte Cook en su Facebook ha dicho hoy:

«Next Monday, I will have an announcement about a cool new project I’m really excited about!»

 

No, parece que no es la Quinta… Todavía 🙂

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Jornadas gastronómicas en torno a la Tierra Media

Recuerdo que, cuando me leí por primera vez el Hobbit, una de las escenas que más me gustó fue el momento en el que los enanos van presentándose en la casa de Bilbo escalonadamente y éste, correspondiendo con su tradición «hobbitesca», va disponiendo un interesante refrigerio que, a buen entendedor de la gastronomía, reta a permanecer impasible y no salir corriendo hacia la nevera en busca de algo que se parezca, levemente, a lo descrito.

La segunda vez que lo leí la sensación fue mucho más allá. En aquella época acababa de despertar de mi letárgica apatía a la comida, que me había acompañado desde mi nacimiento, y «devoraba», literalmente, todo aquello relacionado con la comida, ya fueran recetas, programas o experiencias. Y aunque el capítulo en si no es muy extenso, y el refrigerio es bastante normal, una espinita se quedó clavada. Quizá no fue por la comida en si, sino por lo que significó. La aventura que comenzó en ese salón, entre pastelillos de carne y cerveza negra, entre algo de té, encurtidos y pollo frío y que sabía me iba a acompañar durante muchos años, con las posteriores releídas y todo lo relacionado con la afición que desarrollé. Por eso, para mí el día de hoy ha sido una especie de regalo, y que tengo que agradecer a la gente que lo ha montado, incluso sin saber que para mí era como un sueño recién cumplido.

Hace unas semanas nos invitaron a mi, a mi mujer y a mi hija a compartir una jornada gastronómica, relacionada con la Tierra Media. Realmente, no era una jornada, sino el previo a la misma, ya que por razones logísticas (una niña de año y tres cuartos) nos iba a ser imposible, tanto a nosotros, como a la persona que nos invitaba, asistir a la jornada real, que se iba a producir el mismo día que la prueba, pero por la noche.

Esta jornada estaba organizada por el smial de Valencia (Edhellond) de la Sociedad Tolkien Española, un grupo de amigos, tan frikis como el que escribe, unidos por su afición a la obra de Tolkien, parte de una asociación a nivel nacional (la Sociedad Tolkien Española) de la que he de reconocer que había oído bastante poco, teniendo en cuenta lo que parece que se mueven. Curioso, tendré que ponerme más con ello… bueno, que me lío.

Como ya he dicho, al acto que asistíamos era únicamente la prueba, aunque los platos eran los mismos que se iban a presentar en el acto real, quedando únicamente eliminada la parte de los textos y referencias bibliográficas (junto con algo de representación, claro está) que se iban a realizar durante el mismo. He de reconocer que me hubiera gustado, aunque fuera grabado, ver un poquito de esa realización real, pero bueno, ya habrá oportunidad en el futuro.

Ya de entrada, el local («La Taberna de la Serp» (C/Castell, 49, Sagunto) se encontraba situado justo bajo el castillo de la ciudad, en el casco antiguo. El estilo, así como algunas de las vasijas utilizadas para beber y comer, permitía una inmersión inmediata en el tema del acto. E incluso la vestimenta de los «taberneros» que nos servían (amigos de los miembros de la Sociedad) tenían un aire medieval muy agradable, pero para nada abigarradamente desagradable, como he llegado a ver en algunas «ferias medievales». Por las tapas que he visto, por si a alguien le apetece ir en otra época que no sea esta noche, tienen una pinta muy interesante, pero bueno, eso lo voy a dejar para otra vez y otros círculos, que no es el tema del post.

Pero si el local acompañaba, la comida preparada para esto era un viaje completo a distintos párrafos del Hobbit y del Señor de los Anillos. Parte de la misma presentada por el local, parte creada a partir de recetas encontradas por los miembros de los organizadores, encontrarse todos esos platos reunidos en un único encuentro culinario ha sido, como comentaba al principio del artículo, lo que ha hecho que ese sueño se cumpla. Paso a describirlos en el orden en el que han salido, saltándome un poco el orden de la carta:

  • Encurtidos. El más normal de todos, corresponde al capítulo del Hobbit que nombraba antes, en el que Bilbo Bolsón, acuciado por Gandalf, saca a los trece enanos y al mago.
  • Variedad de quesos de Casa de Tom Bombadil, del Poney Pisador y otros típicos durante las travesías por la Tierra Media. Tabla de quesos, suaves y muy apetitosos.
  • Raciones de viaje de los orcos de Isengard: Cecina y pan negro. Una tabla de cecina de buey y lomo embuchado (creo, no he preguntado que era, cachis…), acompañados de pan negro tierno y jugoso. El lomo estaba muy bueno, pero por dios, como estaba la cecina de buey… he tenido que controlarme para no coger toda la tabla y arramblar con ella. Obviamente, no se parece a la cecina de humano (ni a la de hobbit), pero creo que el problema es que no han tenido tiempo para prepararla.
  • Ensalada élfica de Gildor. Una ensalada con vinagreta de mostaza, manzana y bayas del bosque. Muy buena para acompañar.
  • Preciossssoosss pescadosssss… Salazón de salmón y bacalao. Vale que Gollum se los comía mordiendo los peces recien pescados, pero yo prefiero esta variante.
  • Sopa caliente de Cebadilla Mantecona. Caldo de carne, pero por favor, que bueno. Personalmente le habría echado un poco de brandy a la receta, solo para dar un poco de esa sensación de caldo de monte de sabor un poco más fuerte, pero realmente estaba muy bueno.
  • Pastelillos de carne y queso que tanto gustaron a Bombur. Buenísimos. Empanadillas realizadas por uno de los miembros de la Sociedad para el acto. No puedo ni imaginarme lo que le ha costado hacerlas todas, pero desde luego, han sido todo un acierto. Tengo que conseguir la receta del relleno.
  • Guiso de conejo de Sam en los bosques de Ithilien. Plato sorpresa. El conejo estaba muy bueno, y las patatas especiadas que le acompañaban tambien. Pero además, a parte venía una bandeja de zanahoria y nabo fritos, cortados muy finos, que le daban un punto interesante al conjunto. Por cierto, las patatas estaban tan calientes que seguro que se hubiera podido fundir el anillo en una de ellas.

Y luego, los postres. Buff, yo, que soy de buen comer (y los que me conocen lo pueden atestiguar) ya no podía más. El postre se componía de:

  • Cram (bizcocho de los enanos), parecido al plumcake. Buenísimo. Eso si, si te lo comías como opción antes de otra cosa, se había acabado la comida. Es otro de los platos hechos por un miembro de la Sociedad.
  • Lembas, (pan del camino de los elfos). Si había una manera de imaginarse como es, es esta. Bueno, quizá un poco más grande, pero vamos, en sabor y textura, exactamente así. Mojados con miel, estaban muy buenos.
  • Tarta de moras del Poney Pisador. Una tarta de moras. Buena, pero vamos, como los encurtidos, normal.
  • Cuajada, panales y crema amarilla de Tom Bombadil. La cuajada estaba de miedo. La crema amarilla era como unas natillas más suaves que también estaban muy buenas. Y los panales… pues si, eran panales de miel. De los panales de las abejas. Y ya se donde venden en Valencia y donde tengo que ir a comprar más 😀

Y, por supuesto, acompañando a todo esto, la bebida no podía ser menos:

  • Cerveza del país (negra o rubia). Y cuando digo del país, es del país de verdad. Era de la Alcora, en Castellón, y no se parecía en nada a una de las industriales de las que se puede comprar en cualquier supermercado.
  • Sidra. De la de verdad, no del Gaitero. Mmmmm, que buena, hacía tiempo.
  • Cerveza de barril. De este me he abstenido, que ya estaba bebiendo demasiado.
  • Miruvor. Vino especiado. Pooooooooooooooooooooooooooooooooooor DIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOS QUE BUENO QUE ESTABA. No lo había probado nunca. Lo hacen con clavo, canela y jengibre, y estaba de miedo. Otra de las recetas que traía un miembro de la Sociedad, y al que tengo que secuestrar y encerrar en un sótano hasta que me pase la receta. Entraba como el agua, dulce, con el aroma de las especies invadiendo la boca.

He de pedir perdón porque con el café han sacado tres licores también muy buenos, dos de ellos de la casa y otro traído por otro miembro de la Sociedad, pero que no recuerdo muy bien de que eran. Si mi memoria no me falla:

  • Un licor estaba hecho con ginebra y la mezcla del mojito.
  • Otro licor contenía especies como canela y clavo.
  • El tercer licor era una mezcla entre mistela y vermut.

Tras haber explicado esto, y si en este momento no me tienes un poco de envidia, no tienes sangre en las venas. Desde este blog quiero agradecer a Nimrodel ( 😉 ) y a su marido que nos hayan invitado al acto. No solo por la comida (fastidiaros, fastidiaros todos aquellos que no estabais) sino por la gente, muy agradable y, sobretodo, genialmente friki. Un abrazo a todos.

Nos lo hemos pasado muy bien. Y, como no, Saurón ha venido al acabar, jodido por no haber llegado a la comida, y ha cubierto el cielo completamente, descargando toda su furia en una lluvia de las de cortina de agua. Jodete, por mal bicho.

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Ermanamer

«Ermanamer miró a Munio con desprecio. Afortunadamente, Munio estaba demasiado borracho como para darse cuenta. «Vamos, esclavo» volvió a repetir Munio, y ambos salieron de la taberna.

 

Las calles de la Subura estaban peligrosamente desiertas. Ermanamer agarró con fuerza su pugio, había algo en esta ciudad que le ponía a uno +los pelos de punta.

 

Estas calles no son tan peligrosas como los bosques de Germania, desde luego, pero en el norte uno sabe cuál era su enemigo. ¡Por Wotan! Si te encuentras con un lobo o un oso, sabes lo que te espera. Pero no allí en la ciudad. Y menos en aquellos barrios. Aquí en la Subura, cuando uno se encuentra con un mendigo, acelera el paso mirándole de reojo sin saber si él tiene tanto miedo de ti como tú de él o si está esperando una oportunidad para saltarte a la garganta.

 

Munio parloteaba incoherencias sin cesar, y Ermanamer hubiera preferido que se callara. Con ese tono de voz, seguramente le estarían oyendo todos los asesinos de allí al Campo de Marte. Estuvo fantaseando con la posibilidad de degollar a su amo, pero sabía que al final no lo haría. Los lobos romanos habían domado a la bestia germana.

 

Una sombra acabó con sus reflexiones. Parecía un romano, o un hispano, o un illirico ¿Quién puede distinguirles? No era muy alto, pero tenía un aire peligroso, con una sonrisa desprovista de dientes, una barba partida por una enorme cicatriz y, sobretodo, una brillante sica en la mano.

 

-Hagámoslo rápido y nadie lamentará nada, ciudadano.

 

Ermananer le valoró rápidamente de un vistazo. Debía tener unos cincuenta años, pero parecía nervudo y era evidente que había sobrevivido a muchos combates. Pero Munio no debió pensar lo mismo, y con amplios movimientos de borracho empezó a gritar.

 

-¡Rubio! ¡Acaba con este perro sarnoso!

 

-Joven amo, creo que deberíais darle vuestra bolsa, la lleváis casi vacía…- Ermanamer no era cobarde, pero sólo los estúpidos confunden la prudencia con la cobardía.

 

-¡Silencio, esclavo! Acaba con este cunnus o haré que te azoten hasta que llores llamando a tu madre.

 

Ermanamer se mordió los labios y maldijo de nuevo su suerte. Sin ceremonia desnudó su pugio y se plantó ante el asaltante. Al fin y al cabo, Ermanamer era mucho más fuerte, más rápido y, sobretodo, mucho más joven que su rival.

 

El combate fue muy breve. El asaltante sabía qué hacer ante rivales más fuertes, más rápidos y más jóvenes pero poco experimentados. No tardó más de unos pocos segundos en aprovechar el impulso del germano para sorprenderle y derramar sus tripas por el suelo.

 

Antes de que Ermanamer terminara de desangrarse entre el barro y las heces de caballos, llegó a alcanzó a escuchar como Munio le daba su bolsa al asaltante y este se alejaba sin más. Munio pasó por delante de aquel despojo humano que todavía era su propiedad, valoró con cara estúpida la situación durante unos instantes y luego continuó su camino.

 

Unas calles más adelante, Munio empezaría a farfullar maldiciones a la diosa Fortuna y a aquel ladrón que le había roto su esclavo. Ahora tendría que comprar uno nuevo. Uno más fuerte, más rápido y más joven.”


Roma es un juego de rol que será publicado en breve por Ludotecnia, dentro de su línea Cliffhanger, y que ha sido escrito por un servidor de ustedes y de la diosa Fortuna. 🙂

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Huevas de larantela – Enfermedades y maldiciones para R&P!

La larantela es una araña de unos 5cm de largo que vive en lo más profundos de los bosques de Aleph. En sí misma es inofensiva, pero tiene la mala costumbre de introducir sus huevas bajo la piel de criaturas de sangre caliente, para que así sus vástagos crezcan calentitos y puedan alimentarse de “su anfitrión” hasta que llegue el momento de salir al exterior.

Contagio/forma de enfermar

La forma más fácil de contagiarse consiste en dormir sobre un nido de larantela. Lo cual es un problema en los bosques, ya que no es fácil darse cuenta de que uno está sobre uno hasta que nota la picadura de la araña. Cuando una de estas elige una víctima, introduce en su organismo un total de 4d4 huevos.

Incubación

1d6 días después de que los huevos hayan sido depositados, la zona se inflama y enrojece. 1d6 días después, la inflamación se reduce, pero duele mucho más, sufriendo el personaje un penalizador a -1 a cualquier tirada y -2 a las tiradas de Concentración. 1d6 días después, las arañitas se abren paso a través de la carne y salen al exterior.

 

Curación

Sin recurrir a la magia, la forma más simple de curarse consiste en hurgar con un cuchillo en la herida, buscando las arañitas una por una y matándolas. Este procedimiento es doloroso y puede crear problemas según cuál sea la zona afectada.

Un hechizo de “curar heridas ligeras” por cada una de las arañitas sirve para matarlas. Pero debe lanzarse específicamente para esta tarea, sin que el personaje reciba ningún punto de vida por ello.

Consecuencias

Las heridas que dejan son profundas y pueden llegar a gangrenarse.