Hay muchos momentos en la vida del escritor de textos roleros durante los cuales se pueden hacer pocas cosas aparte de pensar. Pensar es muy necesario cuando estamos escribiendo cosas o deseamos hacerlo. Por ejemplo, nos permite estructurar lo que vamos a plasmar en el papel, nos ayuda a encontrar las ideas que nos faltan, nos sirve para darle nombre a esas cosas que lo necesitan, etc, etc…
Sin embargo, por unas razones o por otras, o no las aprovechamos o nos dedicamos a hacer otras cosas, dejando el proceso de pensar para el momento en el que nos encontramos frente al papel. Esto es una perdida de tiempo enorme, ya que no solo no aprovechamos esos momentos vacíos, sino que en muchos casos quitamos tiempo al proceso de escritura.
Así que voy a dejar caer unas cuantas situaciones en las que podemos dedicarnos a pensar sin demasiados problemas. En algunas podrás tener a mano una libretita y un bolígrafo, un portátil, o una grabadora. En otras no, obligando a recordar en tu memoria todo lo que pienses, para plasmarlo mas tarde en el papel. Intenta hacerlo cuanto antes, o el riesgo de olvidarse es enorme.
– Mientras caminas. De este momento ya hemos hablado en un anterior artículo. Te mantiene sano, te mantiene conectado a tu afición y te permite llevar una grabadora para no olvidar nada de lo que piensas. Para más información, lee esta entrada.
– En las salas de espera. La vida día a día te trae numerosas situaciones en las que no tienes más remedio que esperar, en ocasiones durante mucho tiempo. Desgraciadamente, no siempre es del agrado de todos estar durante horas (literalmente) esperando a que te llegue el turno para poder hacer lo que sea, así que cualquier estímulo que te permita hacer que esos momentos transcurran mas rápidos (o mas entretenidos) siempre es de agradecer.
Las colas para renovar el DNI (o el pasaporte), la sala de espera de Tráfico, la del médico de cabecera o cualquier cosa que tengas que hacer en una Consejería (la función pública te permite grandes momentos de espera) son ejemplos perfectos. Curiosamente, siempre que he tenido que esperar en dichos sitios y he visto como el tiempo pasaba mientras yo apuntaba y pensaba sobre cosas que me gustaría escribir o definía aquellas que ya estaba escribiendo me permitía ver con perspectiva a la gente que, cada vez más nerviosa, acababa exasperándose por estar perdiendo el tiempo. El lunes, sin ir más lejos, estuve tres cuartos de hora esperando en el coche a pasar la ITV. Cuando me llegó el turno, tenía este artículo escrito.
– Los viajes. Los viajes son momentos excepcionales para pensar e incluso para escribir notas sobre lo que vas a hacer. Y en viajes se pueden englobar casi cualquier medio de transporte en el que no seas el conductor.
El autobús municipal que utilizaba para ir y volver de la universidad (tres cuartos de hora de ida y lo mismo de vuelta) me servía durante la semana par