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Taberna La Espera – taberna de Madera Solitaria

El éxito de la taberna tiene gran parte de razón en ser sencilla, limpia y confortable, además de tranquila. El dueño de la misma es Korec, un semiorco brusco de poca conversación y frases cortas como respuesta. En épocas pasadas fue aventurero, y cuando decidió retirarse invirtió todo su dinero en reformar el edificio donde actualmente se encuentra la taberna. En su día nadie apostó por que la taberna consiguiera superar la crisis en la que se encontraba el pueblo, pero el paso del tiempo le ha dado la razón, siendo de los pocos negocios que ha logrado seguir en funcionamiento durante varios años.

La taberna consta de una zona donde varias mesas comparten el espacio central. A la derecha se puede observar una amplia barra, donde aquellos que no quieren sentarse pueden tomar algo rápido. Tras la barra está situada la pequeña cocina donde Raraorg cocina el plato de la noche, ayudado por un pequeño mediano llamado Kilo. El mediano, además, suele preparar algunos platos rápidos cuando Raraorg se lo requiere a petición de los clientes, aunque estos platos no suelen ser más que preparaciones menores y combinaciones rápidas.

La especialidad de la taberna es el guisado de cerdo, plato que Raraorg aprendió a cocinar durante su época de aventurero, y que suele preparar al menos una vez a la semana, acompañado de un excelente pan de hogaza amplia. También suelen tener bastante éxito la cecina que Kilo prepara a partir de distintas carnes, y que los visitantes consumen en la taberna o adquieren para más adelante. De las bebidas, la cerveza es lo más demandado. Gracias a unos toneles comprados poco después de abrir la taberna, Raraorg consigue tener siempre cerveza fresca durante los meses más calurosos. En los meses más fríos, la bebida que más se demanda es un vino especiado y caliente, otra receta que mantiene en secreto.

Además de la comida, la bebida y varias habitaciones para alquilar, Raraorg también tiene a disposición de aquellos que se lo soliciten unas cuantas pociones de curación (1d6/2) que le proporciona Kalo, un ermitaño que vive en el bosque y que Raraorg conoció durante su época de aventurero. Ambos mantienen una extraña amistad, definida por las singulares conversaciones que se producen en sus encuentros. Las pociones curan como una Poción de Curar Heridas Leves y poseen un gusto terroso a hierba húmeda. Kalo y Raraorg suelen verse una vez a la semana. Cuando lo hacen, Kalo le proporciona las pociones que durante esa semana le haya dado tiempo a hacer y una bolsa de condimentos recogidos en el bosque. Raraorg, por su parte, le paga con una cazuela cerrada del guisado de cerdo que ha preparado esa semana y cualquier otro objeto que el ermitaño le halla pedido.

Con el buen hacer de Raraorg, la taberna se ha convertido en el lugar preferido de los habitantes de Madera Solitaria cuando llega la noche. Si la noche está tranquila, cuentan historias entre ellos, normalmente recordando situaciones del pasado. Si hay alguna caravana de paso o algún bardo se encuentra en el local, los parroquianos se retiran a un segundo plano, dejando que el entretenimiento venga de fuera, siempre que los visitantes tengan el beneplácito del tabernero.

Además de parroquianos, la taberna es un lugar frecuente de paso para espadas de alquiler, que buscan trabajo como guardias de caravana o mercenarios.