Categorías
Dungeon del Lich

DDL089 – Juro que no descansaré

primero   anterior

Categorías
Dungeon del Lich

DDL088 – El pollo será mio

primero   anterior

Categorías
Dungeon del Lich

DDL087 – Y todo ¿para qué?

primero   anterior

Categorías
Dungeon del Lich

DDL086 – Soluciones

primero   anterior

Esta vez descubrió un pequeño frasco («que ciertamente no estaba allí antes», pensó Alicia), que tenía colgando del cuello una etiqueta con la siguiente palabra, escrita con unas grandes y hermosas letras impresas: «BÉBEME»

Alicia en el País de las Maravillas

Categorías
Dungeon del Lich

DDL085 – Mensajes del futuro

primero   anterior

Categorías
Dungeon del Lich

DDL084 – No tan rápido

primero   anterior

Categorías
Dungeon del Lich

DDL083 – Llegaremos al comedor

primero   anterior

Teorema del Atasco

Si te encuentras con un atasco en la autovía, elijas el carril que elijas, siempre tendrás la impresión de haber elegido el carril más lento.

Categorías
Dungeon del Lich

DDL082 – Ecología del dungeon

primero   anterior

«Cuando haces PoP, ya no hay Stop»
Conocida marca de papas.

Categorías
Dungeon del Lich

DDL081 – Tengo que contenerme

primero   anterior

[…]

Cuando habían llegado a la mitad del trayecto, en una zona del río donde había remolinos, el escorpión picó con su aguijón a la rana. De repente la rana sintió un fuerte picotazo y cómo el veneno mortal se extendía por su cuerpo. Y mientras se ahogaba, y veía cómo también con ella se ahogaba el escorpión, pudo sacar las últimas fuerzas que le quedaban para decirle:

—No entiendo nada… ¿Por qué lo has hecho? Tú también vas a morir.

Y entonces, el escorpión la miró y le respondió:

—Lo siento ranita. No he podido evitarlo. No puedo dejar de ser quien soy, ni actuar en contra de mi naturaleza, de mi costumbre y de otra forma distinta a como he aprendido a comportarme.

[…]

El cuento del escorpión y la rana

Categorías
Dungeon del Lich

DDL080 – Hambre y soledad

primero   anterior