Resumen de diciembre y reflexiones

Y llegados al final del mes, como llevo haciendo desde que he reactivado el blog, os cuento lo que he estado haciendo estos 30 días de diciembre. La verdad es que me gustaría que los resúmenes que hago fueran más habituales, pero como todos tenemos una vida normal fuera, y no estoy todo el tiempo que quisiera escribiendo para la web, pues tampoco podría contaros demasiado, así que de momento, y para el año 2021, seguiremos con esta tónica.

Lo primero que me gustaría decir es que aunque en los meses anteriores he ido avanzando con Dungeon Salvaje, no es lo único que hago (a parte de dirigir, claro, pero eso ya es otro tema) para publicarlo en la web. Voy a empezar a ir explicando un poco los otros proyectos a partir de ahora en las entradas de resúmenes, al menos aquellos que pueda ir contando o lo que pueda ir contando, para que no sea tan sorpresa cuando los publique. Y sabéis que si alguien quiere preguntar, está invitado a hacerlo.

Lo primero es que, como siempre, voy trabajando en tres proyectos. ¿Por qué tres? Hay amigos que me han comentado: «Dedícate a Dungeon Salvaje y acábalo», y tras intentarlo, he de decir que no puedo. Cuando me dedico solo a un proyecto, mi mente acaba divagando en otros (hay tantos proyectos que me gustaría tirar para adelante…) y acabo bloqueándome, tanto en el que llevo porque no pienso en él, como en los que no hago porque no estoy haciendo el que debería.

Es bueno ir conociendo las limitaciones de cada uno, y poco a poco he ido descubriendo las mías, para así ir poco a poco refinando mi forma de trabajar para Trasgotauro. Y parece ser que ahora mismo he encontrado ese camino.

En estos momentos, como he dicho, me dedico a tres proyectos:

Dungeon Salvaje: el proyecto al que más estoy invirtiendo tiempo, y el que de momento mas cerca de tener una versión completamente funcional. Por supuesto, personalmente es el que más me gusta, y se ve en cosas como estas:

10 páginas más en el manual, y no he acabado todavía. Es lo que pasa cuando escribes cosas que te apasionan, que vas encontrando ideas que meter, una tras otra. Y aunque algunas las añades al momento, otras requieren que las apuntes para no olvidarlas, porque no te da tiempo. Y entonces, llega un momento en el que te encuentras con esto:

Entre adaptaciones y nuevas ideas, 52 cosas pendientes de añadir al Dungeon Salvaje. 52. Lo repito. 52. Que no todas serán necesarias para que salga la versión completamente funcional. De hecho, le faltan cada vez menos cosas, y son aquellas a las que doy prioridad, pero aún así… bueno, que me encanta como va evolucionando. Que lo estoy disfrutando un montón. Y que casi es aquello que hace tener ganas de continuar. Además, también me van llegando noticias de que vais utilizando cada vez mas estas reglas. Me alegro que funcione en vuestras mesas, ya sean virtuales o físicas. De verdad.

La Baraja: proyecto que consta de tres miniambientaciones, con un par de reglas comunes a las tres que he ido probando y que me han encantado. Son miniambientaciones para Savage Worlds, y de alguna hablé hace algún tiempo. De momento, ahora mismo me estoy centrando en la de Contención, una ambientación que comencé hace ya la friolera de 15 años, para D20 Moderno, y que dejé de desarrollar entre otras cosas porque no era el momento y por temas externos a los juegos de rol. Ahora, con Savage, ha encontrado una nueva vida, y ahí vamos, poco a poco, reutilizando aquel material y transformándolo. Iré contando más.

Experimentos: no, este no es el nombre de un producto concreto, sino que hace referencia a cosas que me gusta probar para ver que tal funcionan. De esos experimentos han salido cosas como los Benis del Metal, la Guía de Creación de Dioses, o las reglas de creación de Heroes pre-novatos para Savage Worlds, así como las reglas de las que he hablado en el apartado de La Baraja.

Estos experimentos son locuras que a veces tienen salida y muy buena (la aventura para personajes pre-novatos es, realmente, muy divertida, y os aconsejo encarecidamente que la probéis con estas reglas, a costa de provocar un TPK), y otras curiosas y raramente utilizables (como la de los Benis del Metal). Otras no han salido de la mesa de montaje, como se suele decir. Pero bueno, al final son cosas que me permiten pensar en otras cosas, y publicarlas o no, pero darle una salida a ese pensamiento lateral que tengo tan rebelde.

Por último, para que veáis una tarta de esas con el tiempo invertido en cada uno:

Bueno, si no hay ningún comunicado antes, nos leemos en enero 🙂



Nota al pie

Este blog lo llevo de forma altruista, sin ganar nada por hacerlo. Si te apetece apoyarme o darme un poquito de alas para seguir, puedes hacerlo comprándome un café con leche tocadito de una sonrisa, aquí:
¡A por el cafetico!

¡Gracias!

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.