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  • El Desafío de los 30 días: día 8

    Tu mejor crítico alrededor de los juegos de rol

    Desafio30d

    Kano

    La verdad es que en la vida real a pocas cosas le podemos llamar crítico. Sin embargo, en este caso creo que se cumplen todas las condiciones para poder denominarlo así, y es una de esas cosas que recuerdo dando botes de alegría.

    Hace muchos años hice un pedido a una tienda de esas de impresión por demanda. El pedido era gordo. Pero gordo de verdad, ya que la cifra del precio era de tres números y el primero no era un 1. Tenía muchas revistas de rol, algún dungeon, bastantes aventuras. La cuestión es que yo hice el pedido, y como siempre, al no preocuparme por el tiempo en el que me llegase, pedí el transporte más barato.

    Y me olvide. Pero completamente. Se me liaron las cosas, y con varios problemas la cuestión es que se me pasó completamente controlar la fecha de llegada, que en principio era de unos veinte días. Y a los dos meses y medio, me doy cuenta de que el pedido no me había llegado.

    Así que miro el correo de atención al cliente, y les escribo un mail para recordarles que mi pedido todavía no había llegado. Dio la casualidad de que este mail coincidió con la proximidad de las fechas de Navidad, y se lo envié una semana antes de las fiestas (el pedido lo había realizado a principios de octubre).

    A las pocas horas recibo un mail muy educado, pidiéndome muchas disculpas, y haciéndome saber que se había traspapelado, que entendían mi enfado (¿?) y que ponían en marcha de nuevo el pedido, que lamentaban que por el momento en el que se encontraban este no llegaría hasta después de Año Nuevo, y me reintegrarían la mitad del coste del mismo y no me cobrarían gastos de envío.

    Cuando días después mi mujer me pregunto que quería para los Reyes Magos, le dije que no hacía falta nada. Que ya me habían traído un regalo.

     

    Tiberio

    Qué pregunta más difícil. No se me ocurre nada en concreto :). Creo que el mayor crítico relacionado con los juegos de rol, ha sido conocer los juegos de rol.

    No puedo entender mi vida como adulto sin los juegos de rol. Gran parte de mis acciones, mis amistades, mis problemas y mis alegrías han estado relacionadas, de una manera o de otra, con ellos.

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  • El Desafío de los 30 días: día 7

    Tu mayor pifia en una partida de rol

    Desafio30d

    Kano

    Rolemaster. Y ni siquiera fue una pifia por una tirada de dados, que aún hubiera tenido su disculpa.

    No recuerdo por qué, teníamos que emboscar a unos soldados. Y aunque en aquella época ya eramos bastante avezados en combate, no eramos lo que se dice los veteranos que todos contratarían, por lo que el enfrentamiento directo estaba descartado completamente.

    Los soldados iban a pasar por un camino rodeado de árboles que permitía preparar la emboscada con facilidad, y aún así estuvimos un buen rato intentado que todo estuviera a nuestro favor. Nos colocamos cada uno en el sitio óptimo, revisando una y otra vez nuestras posiciones, lo que íbamos a hacer, por quien nos íbamos a centrar, etc. Y cuando ya estábamos a punto de tenerlo todo dispuesto, me distraje (yo, no mi pj) y no me enteré de en que momento iba a comenzar la emboscada y quien iba a realizar la acción que lo comenzase todo.

    Claro, me pongo nervioso, y le digo a un compañero: «oye…», a lo que el máster me comenta que si sigo hablando, posiblemente me escuchen los soldados, ya que ya están llegando. Así que me callo. Y veo como los soldados empiezan a pasar. Y siguen pasando. Y comienzo a ponerme nervioso. Y siguen avanzando. Y yo, que no se cuando va a comenzar todo, cada vez más nervioso. Y más. Y más… hasta que cojo y grito: «¡¡Quietos todos!! ¡¡Esto es una emboscada!!»

    Todavía se están riendo.

    Tiberio

    Yo voy a contar otra sin dados 🙂

    Era una partida de AD&D que era un poco en plan Robin Hood. Había un conde malvado que se llamaba el Conde Hoegón y yo llevaba un bardo (creo que fue la única vez en mi vida que he llevado un bardo)

    Yo interpretaba a mi bardo en plan cachondo y me dedicaba a coleguear con los pueblerinos, hablando siempre del «Conde Huevón», algo que lógicamente a los campesinos les producía mucha risa.

    En una de estas, intentábamos infiltrarnos en un castillo e íbamos disfrazados de soldados. Como yo era el que más carisma tenía, era el que hablaba con los guardias del malo y tal, y en un momento dado cuando nos dieron el alto, les solté una parrafada inmensa hablando de nuestra labor. Yo veía que mis compañeros primero me miraban con incredulidad… y luego que empezaban a reírse, y yo no entendía porqué, ya que mi discurso me estaba quedando de putísima madre… hasta que de pronto me di cuenta de que llevaba dos minutos hablando del Conde Huevón.

     

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  • El Desafío de los 30 días: día 6

    Tu mejor crítico en una partida de rol

    Desafio30d

    Kano

    Star Wars D6.

    Acabamos de salir de las celdas donde nos tenían encerrados, y mientras mis compañeros intentaban alcanzar el hangar, yo iba abriéndoles las compuertas desde la sala de control. Un mal cálculo hizo que cuando ellos llegaron a la nave en la que íbamos a escaparnos, un grupo de imperiales descubrió lo que estábamos haciendo, y comenzaron a correr hacia donde estaban mis compañeros, que ya estaban entrando por la escotilla para escapar.

    Pero claro, yo lo tenía más difícil, así que comencé a correr desde la sala de control. El máster me hizo tirar para evitar que me diese de bruces contra las compuertas, robots, etc, en tiradas muy difíciles, y en las que sabes que si fallas una, ya no la cuentas. Y yo las iba pasando con críticos una tras otra. Además, mientras corría iba dejando caer a mi espalda granadas con temporizador, a todo esto gritando desesperado a mis compañeros para que me esperasen.

    Imaginaros, de frente, a un tío gritando con la cara desencajada, corriendo como un poseso y saltando por encima de todos los obstáculos que encontraba, mientras tiraba hacia atrás granadas con temporizador que iban explotando una tras otra y los disparos de los imperiales restallando en las paredes a su alrededor.

    Apoteósico.

     

    Tiberio

    ¡Una vez maté un dragón, de un solo golpe, en Rune Quest! No creo que mucha gente pueda decir algo así 😛

    No hay mucho que contar, la verdad, el crítico en Rune Quest ignoraba armadura y le di en la cabeza, con lo que el daño se doblaba, así que el feroz dragón que debía ser el gran climax de la aventura no nos duró más de unos pocos MRs y la cara del Guardían de las Runas fue legendaria 🙂

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  • The Freak Times #33

    Como cada semana, un nuevo ejemplar de The Freak Times, el semanario rolero.

    Podéis verlo en www.thefreaktimes.com.

  • El Desafío de los 30 días: día 5

    Que jornadas recuerdas con más cariño

    Desafio30d

    Kano

    Sin dudarlo, las CLN de Gijón.

    Hubo otras posteriores muy chulas (las de Portugalete también estuvieron muy bien), pero es que aquellas fueron grandiosas por muchas razones.

    Voy a intentar resumir a grandes rasgos lo que pasó en aquellas jornadas, y si me da tiempo, lo desarrollaré posteriormente:

    – Dnd-es y AmigotesDnd-es. Cuando se realizaron estas jornadas ambas listas de correo estaban en su apogeo, así que las ganas de conocernos o de volvernos a ver (dependiendo de cada uno) eran tremendas. Eso hizo que muchos amigos de aquella época, que actualmente lo siguen siendo, tuvieran muchas cosas de las que hablar y compartir, en algunos casos incluso podrían haberse alargado varios días. No eran cosas esporádicas, saludos y algún que otro abrazo, sino conversaciones en algunos casos bastante personales y agradables. Además, los actos que hacíamos al margen de las jornadas eran muy muy divertidos, y daban un rollo de camaradería que difícilmente he vuelto a ver.

    – La cena Dnd-es, el intercambio de d20’s, la fiesta posterior donde Sergut ganó el concurso de odas, yo hice de maestro de ceremonias y convencimos a unas chicas que nos habíamos conocido gracias al listín telefónico.

    – Donde Verzo ligó.

    – Donde Earl estuvo perdido un buen rato a eso de las cinco de la mañana, hasta que descubrió que Gijón tenía dos playas opuestas.

    – El desayuno con con Javi, Verzo y Orphebus tras toda la noche de fiesta hablando de la capacidad de algunos escritores de Wizards de escribir un suplemento entero con tres adjetivos y su dificultad para traducirlo al español sin que parecieses imbécil.

    – La aparición en el mundo de Frikitardío, que sin haber jugado nunca a nada, se presentó a un concurso donde había que ser el mejor en ¿cuatro? juegos de mesa, y ganó. Todos.

    – La reunión de Sombra, donde conocí a Cesar Ayala y a Juan Carlos Herreros.

    – La reunión de los CEO de d20es.org. En aquella época no eran CEO’s, sino la mafia.

    – Los semigigantes y el baile de las espadas danzantes de Drizzt.

    – El chico que exploto al mezclar fabada y sidra, consiguiendo que clausurasen un cuarto de baño del polideportivo donde nos alojábamos.

    – La ducha con Tiberio, en la que se forjó la amistad que ha durado hasta hoy.

    – El viaje de vuelta a Madrid con los madrileños.

    Por esta y por muchas otras razones, como las partidas a varios juegos, de rol y de mesa, el que no me matasen por dormirme en la de los 5 Anillos, una exposición sobre los sueños y las abducciones que nos dieron en la playa por la noche, la cantidad de gente nueva que conocí, etc, etc, etc… fueron las jornadas que recuerdo con más cariño, y que si pudiera repetiría sin dudarlo.

     

    Tiberio

    Las CLN Esencia de Avilés. Fue un trabajo muy duro que organizamos entre unos cuantos, y que me llegó a agobiar tanto que un par de semanas antes estuve apunto de anunciar que las jornadas se cancelaban 😀

    Es algo que me pasa a menudo, cuando las cosas se acercan paso por una etapa de agobio en la que me apetece mandarlo todo a la mierda. La experiencia me ha demostrado, sin embargo, que al final normalmente las cosas acaban saliendo bien, estas jornadas fueron muy mejorables (de hecho, las de Gijón que cita Kano fueron mucho mejores) pero representaban un paso adelante importante con lo que se había hecho hasta entonces, y todo el mundo lo vio así.

    Sobre la ducha con Kano no voy a hablar en público. Pero debo advertir que no había pastillas de jabón.

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  • El Desafío de los 30 días: día 4

    Cual ha sido el mejor master/narrador que has tenido

    Desafio30d

    Kano

    Buf… he tenido muchos masters, y muchos de ellos han sido muy buenos. De hecho, ahora comparto mesa con dos muy buenos.

    Sin embargo, he de recordar a un máster que realmente me hizo disfrutar como un enano en las dos partidas que he jugado con él, ambas a Comandos de Guerra. Esta persona es Marce, al que algunos conoceréis de las redes, y otros tendréis la suerte de tenerlo muy cerca.

    Normalmente suele ir a las jornadas por parte del stand de Sombra para dirigir una o dos partidas, y os lo aseguro, si podéis apuntaros a una partida suya, no lo dudéis. Tiene un estilo de juego que permite que des rienda suelta a tu forma de jugar, que disfrutes al máximo. Deja que, cuando la situación lo merezca y todos estén disfrutando, sean los jugadores los que hagan avanzar la historia, pero sin que lo notes, como si todo hubiera sido idea suya y todo estuviera planteado.

    Vamos, un 10.

    Tiberio

    Yo creo que el mejor director que he tenido nunca es Imperator, tiene un blog un poco abandonado aquí. No estoy de acuerdo en la mitad de sus ideas sobre el rol :D, pero debo reconocer que tras la pantalla es un crack. Es un maestro de la improvisación y sabe darle profundidad a cualquier pnj. Y, sobretodo, se toma muy en serio su labor, creo que es el director que más prepara las partidas de todos los que he conocido.

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  • El Desafío de los 30 días: día 3

    Juego más odiado

    Desafio30d

    Kano

    Si el juego favorito me costó elegirlo, al menos lo hice por reducción. Pero con el juego más odiado no puedo hacerlo, y no puedo hacerlo porque no odio ningún juego, como juego. Odio situaciones con algunos juegos, pero en muchos casos no tiene que ver solo con el juego en sí.

    Aunque en general, no me gustan nada los juegos cuya ambientación está relacionada con el Japón y los samurais y todo eso. Es superior a mis fuerzas, y eso que los comics y las películas me encantan, pero no soy capaz de empatizar con alguien que en ciertas ocasiones debe cortarse las tripas.

    Así que como comprenderéis, dentro de ese movimiento, la Leyenda de los 5 Anillos se lleva la palma. Y cada vez que he escuchado a mi alrededor a alguien que quiere que juguemos, interiormente cruzo los dedos para que no se lleve a cabo la partida.

     

    Tiberio

    Oráculo, sin alguna sombra de dudas, Oráculo es el peor juego que se ha publicado jamás.

    Es un juego con un ambientación chulísima… que no detalla. Nada, pero nada. Que su capítulo de monstruos es una tabla con números, por favor. Y vale, ya lo sé, todos sabemos lo que es un centauro y no necesitamos pero ¿y un hecantoquiro? ¿he, he? A ver quien sabe qué es un hecantoquiro en la época pre-internet 😛

    Y vale, sí, hay un huevo de libros sobre la ambientación mítica griega, vale, uno puede investigarlo. Estupendo. Pero es que… pasemos al sistema.

    El sistema se basa en una moneda, si no tienes ni idea, tiras la moneda y si sale cara pasas la tirada. Así, sin posibles modificadores ni nada, un 50%. Si tienes la habilidad, tiras dos monedas y con una cara te vale, un 75%. Esa es toda la granulidad que tiene. Y luego te incluye normas super lógicas como, por ejemplo, que si fallas una tirada de regateo debes pagar más caro del precio inicial… ¿os lo imagináis? «¿Cuanto cuesta esa gallina?» «12 dracmas» «Te doy 10» «Pues ahora me das 15 por listo» «bueno, vale»…

    La ambientación no está detallada. El sistema es una mierda… al menos, podrías pensar, quizás tenga alguna aventura chula… y sí, te trae una aventura. Una aventura en la que los jugadores deben seguir a Hércules, a una distancia prudencial, para comer palomitas y aplaudir mientras este caza el león de Menea. Apasionante…

    Mira que he comprado libros de rol que me han parecido malos, bueno pues sólo con dos considero sinceramente que se han reído de mí. Este es  el peor de ellos. De Vampiro: Edad Victoriana hablaré otro día 🙂

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  • El Desafío de los 30 días: día 2

    Juego favorito

    Desafio30d

    Kano

    Como ya comenté ayer, el juego con el que comencé fué el AD&D 2ª Edición. Años después me pasé a 3ª, luego a 3.5 y tras unos meses muy chulos con el Castles&Crusaders, acabé creando junto a Tiberio el Trasgos y Mazmorras.

    Digamos que mi juego favorito es el Dungeons & Dragons, como concepto.

    ¿Jugaría siempre al D&D? No. Pero es al que siempre acabo volviendo.

     

    Tiberio

    Es muy complicado, la verdad, al juego que más he jugado es el AD&D, y junto a Kano hemos creado el Trasgos y Mazmorras pensando en el juego que queríamos jugar, por lo que aunque suene muy engreído, creo que sinceramente, es así, el Trasgos y Mazmorras.

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  • El desafío de los 30 días de Lord Tzimize

    Nuestro compañero del blog «El rincón del demonio» ha decidido participar en el Desafío de los 30 días, pero a su manera, escribiendo todo en un mismo día. Podéis ver sus respuestas en este enlace:

    http://rincondemonio.blogspot.com.es/2013/10/el-desafio-de-los-30-dias.html

    Puedes ver más participaciones en este desafío leyendo al resto de los participantes.

  • El Desafío de los 30 días: día 1

    Bueno, pues hoy comenzamos con el desafío de los 30 días y, como no podía ser de otra forma, la primera pregunta tiene que ver con los inicios.

    ¿Como comenzaste con los juegos de rol?

    Desafio30d

    Kano

    Mi inicio con los juegos de rol tiene una parte clásica y una parte muy personal.

    Por la parte clásica, años antes me habían regalado el Heroquest, juego de tablero. Este juego me ocupaba demasiado en casa de mis padres, en Valencia, así que lo teníamos permanentemente en el chalet de mis abuelos, en Elda, donde los pocos fines de semana que bajábamos lo desgastábamos todo lo que podíamos con mis primos.

    Con el tiempo, acabé descubriendo que necesitaba más, y en una de las frecuentes excursiones a librerías que hacía con mis padres los fines de semana descubrí, en una librería que era más propia de un dungeon que de una librería clásica (y en la que acabé trabajando muchos años después), unos libros bastante raros que hablaban de jugar tu a tus propias aventuras y demás. El libro que me atrajo, y que compré tras un par de visitas y muchas dudas, fue el básico de Runequest de Joc Internacional. Era extraño, porque la idea de saber que la cantidad de cosas que se podían hacer con él me atraía una y otra vez, sin saber exactamente que cosas eran esas. Vamos, todo hype.

    Recuerdo perfectamente como olía cuando lo abrí en casa (me pasa poco con los libros) y como lo devoré una y otra vez. Por supuesto, hice fotocopias de la hoja de personaje y rellené unas cuantas. Pero no podía probar nada hasta que no bajase a Elda, así que así se quedó la cosa.

    El día que lo probé fue unas semanas después. No dio tiempo más que a hacer las hojas de personaje, ya que estuvimos cerca de 3 horas, y en verano y con piscina cerca, eso es un problema. Y aunque no seguimos con ello, las historias que contamos esa mañana y las chorradas que se nos ocurrieron hicieron que mi imaginación ya desbordase tanto que por la noche estuve apuntándome ideas para aventuras. Tanto desbordó, que sin tener oportunidad de volver a sentarnos, al llegar a Valencia me compré el siguiente libro de rol… atentos: El manual de combate de Rolemaster, también de Joc. (Publicidad engañosa… en la contraportada ponía que añadía infinitas posibilidades de combate a CUALQUIER juego de rol).

    Sin embargo, ahí quedó la cosa.

    La parte personal es que un año después murió uno de mis abuelos. A mi me afectó bastante, e inconscientemente me hizo cambiar en bastantes cosas, aunque muchas de ellas no llegaron a notarse de cara al exterior.

    Una de esas cosas fue la necesidad de distanciarme del grupo de amigos de siempre. No me agobiaban, o al menos, no era por agobio, sino por la necesidad de hacer cosas nuevas. Necesitaba una afición que compartir, algo de que hablar, algo que hacer. Algo que ocupase mi mente, fuera de los estudios, las relaciones en el grupo, los amoríos, etc.

    Un día, estando en la biblioteca junto a un grupo de chicos con los que había tenido conversaciones puntuales, salió el tema del rol. No es que ellos fueran roleros de toda la vida, al contrario. Del grupo de amigos, solo uno había jugado a rol, y ni siquiera era el tema de conversación. Pero yo escuché la palabra «rol» y me acordé de lo que me había comprado un año antes. Así que le pregunté a este chico si seguía jugando y que hacían cuando jugaban.

    Él me lo explicó a desgana, pues realmente estaba hablando de otro tema, pero yo insistí. Y le pregunte cuando quedaba a jugar. Este chico me contestó que hacía tiempo que no quedaba, e insistiendo y metiéndose otros en la conversación, también interesados por las explicaciones, acabamos entre todos los que estábamos estudiando en la mesa buscando un día para jugar.

    La primera partida que hicimos fue la que dirigí yo con el nº 1 de la revista Dragón de Zinco, y el manual de AD&D2ª Edición. Así era yo, desprendido a la hora de comprar manuales. Y veintiún años después, aquí sigo.

    Tiberio

    Yo también empecé con el Hero Quest, y leyendo en la Micromanía aquella extraña sección que hablaba de juegos de rol de ordenador, pero también mencionaba los juegos de rol «de verdad» que a mí me intrigaban tanto… Un día empezó en mi clase un compañero nuevo que jugaba a rol, y fuimos un amigo y yo a jugar con él y otro amigo suyo una partida al Alta Inseguridad… un jueguecillo que publicaron en la Guía del rol de JOC, escrito por la CIA (Campos, Ibañez y Aceytuno) y del que recuerdo poco más allá de que mi personaje se llamaba Frodo y de que la cabeza de Michael Robinson (el del fútbol) acabó metida en una taza de un baño 😛

    Quedé tan entusiasmado que la siguiente partida que jugué la dirigí yo con un juego que me inventé y que hoy definiríamos más bien como una partida autojugable, se la dirigí a mi madre que quería ver que era esa cosa rara del rol, y en ella estaban en Granada en el sXVI y había una conjura para provocar una revuelta musulmana.  Después hice un juego basado en el que era mi videojuego preferido, el X-COM que muchos de aquí recordarán, y que tenía unas 15 páginas y habilidades tremendamente inspiradas en las aventuras gráficas (hasta había una de Inventario). Dirigí una partida a los dos chicos que me habían enseñado a jugar y fueron bastante críticos, así que ahí se quedó aparcado el juego para siempre :). Me dejé de tonterías y me compré el Aquelarre!

     

    Puedes ver más respuestas a esta pregunta leyendo al resto de los participantes del Desafío de los 30 días.