Autor: Tibe_old

  • Trasgotauro en la Roleropedia!

    http://roleropedia.com/Trasgotauro_Ediciones

     

    ¡Muchas gracias 🙂

     

     

     

     

     

     

     

  • ¿Quien es este semielfo?

    Victor nos envía un personaje… del que no sabemos nada, ni él ni nosotros.

    Así que, ahí os pregunto ¿alguien sabe quien es? sabemos que es un semielfo que vive en algún lugar de Aleph 🙂

     

  • Vista de Vilés, por Imzel

    Tenemos nueva ilustradora 🙂

     

     

     

    Se aprecian las cúpulas que protegen las torres del fuego aéreo, que a diferencia de la Edad Media Europea, en Aleph es un peligro a tener en cuenta 🙂

     

    (bueno, vale, en realidad es una vista de Carcassone, pero oyes, había que aprovecharlo ¿no? 🙂

  • Bienvenido a la Subura

    Estos relatos iban a aparecer, originalmente, en Roma, el juego de rol que próximamente publicará Ludotecnia.

    Desgraciadamente, al final se han quedado fuera, lo cual es un nuevo motivo para publicarlos aquí 🙂

     

    A veces, pienso que esta ciudad respira. Nos respira a nosotros. En Roma entran hombres jóvenes e ilusionados y la ciudad expira hombres cansados, podridos, derrotados.

     

    Ese joven moreno que ves allí, por ejemplo. Se llama Joseph. Tiene manos de hombre trabajador y es probable que en su Judea natal fuera un buen hombre, un honrado labrador quizás. Aquí intentará quitarte la bolsa en cuando te despistes.

     

    Al lado del judío, meando en aquella tinaja, está Tito Valerio. Lleva tatuado SPQR en su pecho, ha sido un legionario. Fue centurión bajo las órdenes de César. El Gran César, no ese niñato de Octaviano. Tito Valerio vio morir a su hermano en los fríos bosques de la Galia. Se alimentó de ratas mientras tiritaba de frío ante las puertas de Gergovia. Se tostó bajo el cruel sol de Cartago en la campaña contra Catón. Fue un buen soldado. Un hombre noble que le dio mucho a Roma, y Roma se lo escupió en la cara. Ahora se dedica a pegar palizas por encargo. Si quieres abrir una tienda en esta calle, no olvides pagar la «protección».

     

    Detrás de él verás a un hombre de unos cincuenta años, Aristorco. Él afirma ser ateniense (o alejandrino, según le dé), pero en realidad nació en Cirene.  Si le pagas lo suficiente, podrá enseñarte todo el saber de Platón y Aristóteles. A veces, cuando se emborracha, le da por citar a Epicuro con lágrimas en los ojos. Conoce toda la teoría pero no lleva nada a la práctica. En cualquier otro lugar del mundo, sería un caro pedagogo para algunos afortunados niños ricos.  Aquí se dedica a falsificar documentos oficiales.

     

    Por último verás a Valeria, la hermana de Tito. Es puta vieja, aunque todavía conserva gran parte de sus encantos. Ya sólo practica su noble oficio con la gente que le cae especialmente bien… Lo que no les impide cobrarles, por supuesto.  Malvive de la gestión de un lupanar al lado del puente. Ella sólo lo dirige, el  lupanar pertenece a un hombre rico del Palatino.

    Conocí a Valeria cuando era joven, y por Venus que  entonces sí que hubiera pagado por ella todo lo que me pidiera, pero entonces no quería. Casó muy joven con un buen hombre, un viejo amigo de la familia que murió luchando contra los esclavos rebeldes de Espartaco, en el Río Silario. Valeria quedó así viuda con 16 años, y su familia decidió casarla con el hermano del difunto. El nuevo marido resultó ser un imbécil borracho que la obligó a prostituirse a fuerza de palizas. Un día, Tito volvió por fin a Roma y  su cuñado apareció flotando en el Tiber al poco tiempo. Tito vino, vio y venció, no sé si me entiendes…

     

    Y esta gentuza; este ladrón, este asesino, este estafador y esta puta, son la gente con la que convivo aquí, en este octavo piso perdido en mitad de la Subura. Son mis mejores amigos, y ahora tú eres uno de nosotros. Bienvenido a Roma, muchacho. Procura caerles simpático, y así tu garganta no peligrará por las noches.


    Roma es un juego de rol que será publicado en breve por Ludotecnia, dentro de su línea Cliffhanger, y que ha sido escrito por un servidor de ustedes y de la diosa Fortuna. 🙂

  • Geek Seeker, la nueva webserie de Monte Cook

    Al final, el bueno de Cook ha desvelado cual era la gran sorpresa que iba a darnos, y resulta que es una nueva web-serie.  En la que él es el prota. Sí, el prota. No he dicho ni «el guionista» ni «el director», he dicho el prota.

    Que Crom nos pille confesados 🙂

  • Dragón, de Victor

    Nueva ilustración a cargo de Víctor.

     

    A mí me encanta la textura con la que quedan las alas del dragón 🙂

     

  • El Lobo y el alfarero

     

     

    Estos relatos iban a aparecer, originalmente, en Roma, el juego de rol que próximamente publicará Ludotecnia.

    Desgraciadamente, al final se han quedado fuera, lo cual es un nuevo motivo para publicarlos aquí 🙂

    «-Dominus, Él está aquí.

    -Bien, Eco, pues no le hagas esperar.

     

    Mientas su esclavo salía del despacho, Quinto Cornelio levantó la mirada de sus papeles, y se preparó para el momento que tanto estaba esperando. Uno de los lictores entró con grande pompa y con grandes voces anunció la llegada del invitado: «Salve a Lucio Cornelio Sila. Dictador de Roma.»

     

    El anciano entró lentamente en la habitación, vestido con una túnica sencilla en la que tan sólo unos ribetes morados recordaban su posición.

    -Quinto Cornelio, creo recordar ¿no?

    -Ave, dictador, bienvenido a mi casa.

     

    Ambos hombres se miraron por un instante. Valorándose mutuamente. Había algo de fragilidad en la imagen del anciano albino, con sus huesos claramente marcados y su sonrisa lobuna. Pero Quinto no se iba a dejar engañar, la piel enferma de ese hombre no le había impedido perseguir al feroz Yogurta por toda África.

     

    -¿Puedo sentarme en vuestra casa, Quinto Cornelio?

    -¡Por supuesto, dictador, disculpe mi torpeza! ¡Eco! Trae un poco de vino y unas olivas. Lamento no tener un vino demasiado bueno, dictador, esta no es una casa rica.

    -Vino no, por favor, un poco de agua fresca me irá bien…

     

    El anciano mostró una insospechada agilidad al dirigirse al triclinio, y allí se sentó como un soldado, en vez de echarse como el patricio que era.

     

    -Quinto Cornelio… supongo que no somos parientes…

    Quinto se sonrió en su interior, era evidente que Sila conocía bien la respuesta a esa pregunta. Pretendía humillarle, pero eso no era algo que a él le importara. –No, dictador. Mi bisabuelo fue un esclavo liberado, me temo. Desconozco si sirvió a algún antepasado tuyo.

     

    Sila mantuvo su sonrisa lobuna. Quinto pensó que parecía más peligroso cuando parecía afable, pero la verdad es que nunca le había visto, ni deseaba verle, enfadado.

     

    -He venido a felicitarte, Quinto Cornelio, serás uno de los Tribunos de la plebe el próximo año.

    -Las elecciones son mañana, dictador.

    Sila rió inocentemente, la suya no parecía la risa de alguien que mandaba matar a decenas de ciudadanos todos los años. – No me habría mantenido como dictador tanto tiempo si no supiera quién va a ganar las elecciones ¿no crees Quinto?

     

    El viejo zorro, sin duda, tenía razón. En la Roma de Sila, ni si quiera las moscas vuelan sin pedirle permiso. Quinto sonrió y, pretendió ser agradable –No, sin duda.

    – Hay algo que no entiendo, querido Quinto, y espero me perdones la familiaridad. Pero ¿por qué un alfarero iba a querer introducirse en la peligrosa política romana?

    Bueno, eso sí que es ir al grano, pensó Quinto, que sabía que debía pasar por alto la humillación de denominarle como «alfarero» siendo uno de los propietarios de talleres de alfarería más importantes de Roma. Al fin y al cabo, el viejo tiene razón. La política romana es peligrosa, especialmente para aquellos que se oponen a Lucio Cornelio Sila. – Deseo servir lo mejor posible a la Res Publica, dictador. No soy un alborotador populista, si es lo que teméis.

    -No, no, por supuesto que no, Quinto, no me malinterpretes. La gente en seguida piensa que estoy amenazándole o algo parecido.- El dictador volvió a exhibir su mejor sonrisa – Y ya ves… Viniendo por aquí he visto una pintada que decía «abajo el tirano» ¿lo puedes creer?

    -Siempre habrá ociosos y demagogos…

    -Sin duda… ¿sabías que la palabra tirano era una palabra honorable? Era un título que se otorgaba a los mejores de entre las ciudades griegas para que se hicieran cargo del gobierno. Algo parecido a la dictadura. Sin embargo, ahora «tirano» es un insulto ¿tú crees que la palabra dictador sufrirá alguna vez un cambio semejante?

    -Bueno, yo no sé mucho de historia, pero creo que muchos tiranos abusaron de su situación…

    -Algo que no hace ningún dictador romano ¿verdad?- Sila volvió a sonreír peligrosamente. – Tranquilo, no debes temer nada. Esto es una charla informal, me gusta conocer a mis colegas en el gobierno del próximo año.

    «Colegas en el gobierno», esto sí que es bueno… La conversación estaba empezando a volverse especialmente peligrosa… Quinto decidió darle al viejo zorro un motivo para sentirse satisfecho. Algo que le convenciera que se había metido en política por motivos ruines y no para fastidiarle a él. –Bueno… no sé si debería contarlo…

    -¡Por favor, Quinto, estamos entre amigos!

    -Bueno… La cerámica ateniense siempre ha tenido un gran prestigio en Roma. Merecido sin duda. Pero tengo contactos en Grecia que me han contado que algo se está moviendo allí. Parece ser que uno de los talleres más importantes está tirando los precios y los demás se han visto obligados a lo mismo…

    Sila se rió con ganas – Y has pensado que ese movimiento puede extenderse hasta Roma… pero un Tribuno de la plebe podría vetar la llegada de los primeros barcos con vasijas baratas ¿no?

    Quinto se ruborizó – Bueno… no creo que sea bueno para Roma que el dinero romano huya a Atenas…

    -¡Por supuesto, Quinto, por supuesto! ¡Más trabajo para los talleres romanos!- Sila se levantó, visiblemente satisfecho, ni si quiera había probado el agua y las olivas. – Pero no puedo seguir abusando de tu hospitalidad de esta forma, Quinto. Tendremos tiempo de hablar durante este año, supongo.

    Quinto acompañó al dictador a la puerta y volvió a su despacho esperanzado. Parecía que la entrevista había salido bien. El empresario acarició su toga de candidato pensando en sus próximos pasos. Engañar al viejo zorro no parecía tan difícil… Si conseguía sobrevivir a este año, posiblemente Quinto Cornelio pasaría a la historia de Roma.

     

    Lucio Cornelio Sila salió a la calle con el ceño fruncido. Cayo Caelio le esperaba a la salida y le interrogó con la mirada. El dictador asintió con un gesto seco y determinado. Quinto Cornelio no llegaría a presentarse a las elecciones del día siguiente… El día anterior un grupo de caballeros le habían convencido de que el comercio romano necesitaba un descenso en el precio de sus productos de alfarería.»


    Roma es un juego de rol que será publicado en breve por Ludotecnia, dentro de su línea Cliffhanger, y que ha sido escrito por un servidor de ustedes y de la diosa Fortuna. 🙂

  • Monte Cook en su Facebook ha dicho hoy:

    «Next Monday, I will have an announcement about a cool new project I’m really excited about!»

     

    No, parece que no es la Quinta… Todavía 🙂

  • Ermanamer

    «Ermanamer miró a Munio con desprecio. Afortunadamente, Munio estaba demasiado borracho como para darse cuenta. «Vamos, esclavo» volvió a repetir Munio, y ambos salieron de la taberna.

     

    Las calles de la Subura estaban peligrosamente desiertas. Ermanamer agarró con fuerza su pugio, había algo en esta ciudad que le ponía a uno +los pelos de punta.

     

    Estas calles no son tan peligrosas como los bosques de Germania, desde luego, pero en el norte uno sabe cuál era su enemigo. ¡Por Wotan! Si te encuentras con un lobo o un oso, sabes lo que te espera. Pero no allí en la ciudad. Y menos en aquellos barrios. Aquí en la Subura, cuando uno se encuentra con un mendigo, acelera el paso mirándole de reojo sin saber si él tiene tanto miedo de ti como tú de él o si está esperando una oportunidad para saltarte a la garganta.

     

    Munio parloteaba incoherencias sin cesar, y Ermanamer hubiera preferido que se callara. Con ese tono de voz, seguramente le estarían oyendo todos los asesinos de allí al Campo de Marte. Estuvo fantaseando con la posibilidad de degollar a su amo, pero sabía que al final no lo haría. Los lobos romanos habían domado a la bestia germana.

     

    Una sombra acabó con sus reflexiones. Parecía un romano, o un hispano, o un illirico ¿Quién puede distinguirles? No era muy alto, pero tenía un aire peligroso, con una sonrisa desprovista de dientes, una barba partida por una enorme cicatriz y, sobretodo, una brillante sica en la mano.

     

    -Hagámoslo rápido y nadie lamentará nada, ciudadano.

     

    Ermananer le valoró rápidamente de un vistazo. Debía tener unos cincuenta años, pero parecía nervudo y era evidente que había sobrevivido a muchos combates. Pero Munio no debió pensar lo mismo, y con amplios movimientos de borracho empezó a gritar.

     

    -¡Rubio! ¡Acaba con este perro sarnoso!

     

    -Joven amo, creo que deberíais darle vuestra bolsa, la lleváis casi vacía…- Ermanamer no era cobarde, pero sólo los estúpidos confunden la prudencia con la cobardía.

     

    -¡Silencio, esclavo! Acaba con este cunnus o haré que te azoten hasta que llores llamando a tu madre.

     

    Ermanamer se mordió los labios y maldijo de nuevo su suerte. Sin ceremonia desnudó su pugio y se plantó ante el asaltante. Al fin y al cabo, Ermanamer era mucho más fuerte, más rápido y, sobretodo, mucho más joven que su rival.

     

    El combate fue muy breve. El asaltante sabía qué hacer ante rivales más fuertes, más rápidos y más jóvenes pero poco experimentados. No tardó más de unos pocos segundos en aprovechar el impulso del germano para sorprenderle y derramar sus tripas por el suelo.

     

    Antes de que Ermanamer terminara de desangrarse entre el barro y las heces de caballos, llegó a alcanzó a escuchar como Munio le daba su bolsa al asaltante y este se alejaba sin más. Munio pasó por delante de aquel despojo humano que todavía era su propiedad, valoró con cara estúpida la situación durante unos instantes y luego continuó su camino.

     

    Unas calles más adelante, Munio empezaría a farfullar maldiciones a la diosa Fortuna y a aquel ladrón que le había roto su esclavo. Ahora tendría que comprar uno nuevo. Uno más fuerte, más rápido y más joven.”


    Roma es un juego de rol que será publicado en breve por Ludotecnia, dentro de su línea Cliffhanger, y que ha sido escrito por un servidor de ustedes y de la diosa Fortuna. 🙂

  • ¡Tet… hemmm elfa, quise decir elfa

    Victor nos ha sorprendido con este dibujo en el que podemos ver a una elfa rezando a Levondel. En perfecta comunión con la naturaleza 🙂