Que jornadas recuerdas con más cariño
Kano
Sin dudarlo, las CLN de Gijón.
Hubo otras posteriores muy chulas (las de Portugalete también estuvieron muy bien), pero es que aquellas fueron grandiosas por muchas razones.
Voy a intentar resumir a grandes rasgos lo que pasó en aquellas jornadas, y si me da tiempo, lo desarrollaré posteriormente:
– Dnd-es y AmigotesDnd-es. Cuando se realizaron estas jornadas ambas listas de correo estaban en su apogeo, así que las ganas de conocernos o de volvernos a ver (dependiendo de cada uno) eran tremendas. Eso hizo que muchos amigos de aquella época, que actualmente lo siguen siendo, tuvieran muchas cosas de las que hablar y compartir, en algunos casos incluso podrían haberse alargado varios días. No eran cosas esporádicas, saludos y algún que otro abrazo, sino conversaciones en algunos casos bastante personales y agradables. Además, los actos que hacíamos al margen de las jornadas eran muy muy divertidos, y daban un rollo de camaradería que difícilmente he vuelto a ver.
– La cena Dnd-es, el intercambio de d20’s, la fiesta posterior donde Sergut ganó el concurso de odas, yo hice de maestro de ceremonias y convencimos a unas chicas que nos habíamos conocido gracias al listín telefónico.
– Donde Verzo ligó.
– Donde Earl estuvo perdido un buen rato a eso de las cinco de la mañana, hasta que descubrió que Gijón tenía dos playas opuestas.
– El desayuno con con Javi, Verzo y Orphebus tras toda la noche de fiesta hablando de la capacidad de algunos escritores de Wizards de escribir un suplemento entero con tres adjetivos y su dificultad para traducirlo al español sin que parecieses imbécil.
– La aparición en el mundo de Frikitardío, que sin haber jugado nunca a nada, se presentó a un concurso donde había que ser el mejor en ¿cuatro? juegos de mesa, y ganó. Todos.
– La reunión de Sombra, donde conocí a Cesar Ayala y a Juan Carlos Herreros.
– La reunión de los CEO de d20es.org. En aquella época no eran CEO’s, sino la mafia.
– Los semigigantes y el baile de las espadas danzantes de Drizzt.
– El chico que exploto al mezclar fabada y sidra, consiguiendo que clausurasen un cuarto de baño del polideportivo donde nos alojábamos.
– La ducha con Tiberio, en la que se forjó la amistad que ha durado hasta hoy.
– El viaje de vuelta a Madrid con los madrileños.
Por esta y por muchas otras razones, como las partidas a varios juegos, de rol y de mesa, el que no me matasen por dormirme en la de los 5 Anillos, una exposición sobre los sueños y las abducciones que nos dieron en la playa por la noche, la cantidad de gente nueva que conocí, etc, etc, etc… fueron las jornadas que recuerdo con más cariño, y que si pudiera repetiría sin dudarlo.
Tiberio
Las CLN Esencia de Avilés. Fue un trabajo muy duro que organizamos entre unos cuantos, y que me llegó a agobiar tanto que un par de semanas antes estuve apunto de anunciar que las jornadas se cancelaban 😀
Es algo que me pasa a menudo, cuando las cosas se acercan paso por una etapa de agobio en la que me apetece mandarlo todo a la mierda. La experiencia me ha demostrado, sin embargo, que al final normalmente las cosas acaban saliendo bien, estas jornadas fueron muy mejorables (de hecho, las de Gijón que cita Kano fueron mucho mejores) pero representaban un paso adelante importante con lo que se había hecho hasta entonces, y todo el mundo lo vio así.
Sobre la ducha con Kano no voy a hablar en público. Pero debo advertir que no había pastillas de jabón.
Puedes ver más respuestas a esta pregunta leyendo al resto de los participantes del Desafío de los 30 días.
Deja una respuesta