Claro que he falseado tiradas como director. Todo el mundo ha falseado tiradas alguna vez, y aquel que dice que no se engaña así mismo. No se trata de solo del falseamiento de la tirada, sino del hecho de que se suceda una acción por el bien de la historia, y el máster considere que dicha acción no merece, requiere o es bueno para el fluir del juego del hecho de realizar un dado.
Que si, que si, que tu como máster realizas todas las tiradas en abierto y que los dados caigan donde caigan y todo eso. Pero seguro que en algún momento has desdeñado el final de un combate por ver a los personajes ser muy muy superiores, y no perder el resto de la tarde en un combate absurdo. O has permitido que se realice una acción de forma automática (abrir una puerta, realizar una conversación, etc) por no considerar que el devenir de la historia deba variar. Es bueno. Significa que te preocupas por que tus jugadores se lo pasen bien.
El problema no es falsear alguna tirada de vez en cuando, sino hacerlo de tal forma que de igual lo que hagan los jugadores con sus personajes. Da igual si en algún momento algún personaje pueda morir porque tu no le vas a dejar. O da igual si algún personaje pueda no encontrar una pista porque se complicaría la trama. Así que el problema llega cuando el falseo de las tiradas se vuelve sistemica.
Pero… a menos que estés jugando a Rolemaster, si los personajes de tus jugadores de nivel 15 se encuentran con un perro que les ataca, obvia el combate, falsea la tirada, y evita perder la tarde en algo sin relevancia.
Esta entrada pertenece al ciclo del Desafío de los 30 días, en su 4ª edición, que puedes seguir aquí: Desafío de los 30 días
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