En AD&D y en D&D 3.X en ocasiones los personajes debían de buscar a alguien que les ayudase a mejorar su equipo. Un orfebre, un herrero, un sastre. Dichos pnj’s no solo debían de tener una habilidad concreta, sino que para tener el nivel suficiente en dicha habilidad de forma que les sirviera a los jugadores, debían de haber subido unos cuantos niveles (en ocasiones bastantes) para que el conocimiento fuera el necesario.
La duda de la rata es una de esas dudas que recorrió mi mesa durante varios años.
Nota al pie
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