Por azares del destino, estos días pasado he estado participando como jurado en un concurso literario. Tal participación se ha ceñido, principalmente, en recibir una serie de relatos, cuya extensión no supera las dos páginas mecanografiadas, y en base a una serie de referencias, valorarlas hasta determinar la puntuación de cada uno de los relatos.
A saber, las referencias que se valoraban eran las siguientes:
– Construcción del texto.
– Innovación.
– Calidad literaria.
– Temática.
Después de leerme todos los textos, y dejando a parte el apartado de ‘construcción del texto’, hay algo que no puedo entender. De TODOS los relatos leídos, tan solo UNO estaba tocando realmente el tema del concurso. A parte de que considero que gran parte de los compañeros de otros blogs podrían ganarse unos eurillos extras si se atreviesen a participar en todos estos concursos, porque el nivel de redacción (señores, redacción) es bastante bajo, la verdad es que me ha sorprendido bastante la cantidad de relatos que se acercaban muy poco o casi nada a la temática propuesta.
Tenedlo siempre en cuenta. También cuando escribís para vosotros mismos, textos en los cuales al final podéis reescribir el título acorde a aquello que consideréis que se ajusta mejor, pero sobretodo cuando escribís para terceros, ya sean textos adicionales a manuales escritos, textos para concursos o textos para páginas web.
Cuando prometes ciertas expectativas y luego te desvías del tema a tratar, acabas cansando a aquellos que te leen. Los lectores acaban defraudados después del ene-avo artículo sobre «escribir tu juego de rol» que trata sobre análisis de libros de fantasía, y dejan de seguir leyéndote. Cuando un amigo te pide un capítulo para el juego de rol que está coordinando y acabas entregándole algo tangencial (como podría ser habilidades con las armas cuando te pide una lista de armas, o la historia de las brujas en la edad media cuando lo que quiere es una nueva clase de personaje que imite a las brujas), dejará de pedirte ayuda cuando la necesite. Cuando prometes una revista de juegos de rol, y todos los artículos están basados en relatos, al final estás engañando. Los que buscan juegos de rol, no los encuentran, y los que buscan textos literarios, no llegan nunca a conocer la revista. Y si la revista de juegos de rol es de fantasía y gran parte de los artículos tienen elementos de ciencia ficción, es algo que podrás vender alguna vez, pero no reiteradamente.
Por ello, cuando te presentes a un concurso, cuando escribas un artículo para un amigo, cuando tengas un texto grande entre las manos, no olvides nunca sobre que estás escribiendo. Es algo que olvidamos más a menudo de lo que parece.
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