Gangrena – Enfermedades y maldiciones para R&P!

La gangrena es una peligrosa enfermedad que surge cuando una herida se infecta. Esta enfermedad es la principal causa de mortalidad en las batallas de Aleph.

Contagio/forma de enfermar

Una herida curada correctamente, ya sea por métodos mágicos o envolviéndola con vendas limpias, difícilmente se va a gangrenar. Otra cosa son las heridas abiertas que entran en contacto con suciedad. En general, no es buena idea sumergirse en un pantano si uno está cubierto de heridas.

Incubación

Las heridas infectadas adquieren un feo aspecto al día siguiente.

Síntomas

Las heridas primero se ennegrecen, y se vuelven más dolorosas. En 1d4 días, el personaje debe superar una TS por CON, si la supera se cura, si la falla pasa a la siguiente fase.

La zona afectada adquiere un tono negro-azulado muy feo y empiezan a oler mal. Los miembros afectados se vuelven inutilizados. Tras 1d4 días, el personaje debe superar una nueva TS por CON, si la supera vuelve a la fase anterior, sino pasa a la siguiente.

La infección se extiende, el personaje empieza a sufrir fiebres y adquiere el aspecto de Exhausto. Probablemente aparezcan gusanos en el miembro gangrenado. Si el personaje no recibe curación mágica, necesita amputar la zona afectada. Si no lo hace morirá en 1d4 días. Incluso amputando, todavía deberá superar una TS por CON tras 1d4 días, de superarla irá recuperándose paulatinamente en el plazo de una semana. Si la falla, el personaje muere.

Curación

Además de la curación natural, puede curarse un personaje mediante la amputación de la zona afectada. Si se amputa antes de llegarse a la tercera fase, la enfermedad se cura inmediatamente, sino puede ser ya tarde.

Los hechizos de Curar heridas graves o superiores pueden reducir en un grado la enfermedad, o incluso curarla por completo.

Consecuencias

Más allá de la posible pérdida de alguna parte del cuerpo, no existen mayores consecuencias por haber sufrido un gangrenamiento.

Comentarios

  1. Avatar de Agis
    Agis

    La maestría de una amputación residía en parte en la rapidez de la operación. Hubo un tipo llamado Robert Liston que era famoso por lo rápido que era.

    En una ocasión extirpó un tumor escrotal de unos veinte kilos en cuatro minutos. En otra extirpó una pierna en dos minutos y medio, pero de paso se llevó por delante los testículos del paciente («tengo dos noticias, una buena y una mala…»)

    En su caso más famoso, amputó una pierna en dos minutos y medio y unos dedos de su asistente de paso. Todo sea dicho, el paciente murió de gangrena, el asistente de lo mismo y un espectador murió de la impresión porque le desgarró el traje. Menuda pifia.

    (traducido de la Wikipedia)

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