Razones para escribir

En esta pagina voy a recopilar todas las razones para escribir textos para los juegos de rol que vosotros, lectores, nos habeis indicado, bien en este post, o en los comentarios de esta misma página:

Lo necesito. Quizá esta razón tenía que haberla dejado la última, pero es la mas cierta en la actualidad. Al principio las razones eran otras (las pondré más adelante) pero a medida que he ido escribiendo me he dado cuenta de que poco a poco más y más ideas se agolpan en mi mente, y me quema cuando no puedo hacerlo.

Es más personal. Esta fue la primera de mis razones. Las aventuras publicadas se ajustaban en gran medida a mis necesidades, pero siempre había “algo” que hacía que ampliase el texto acorde a mis necesidades. Si no recuerdo mal, comencé con un par de habitaciones para un dungeon que se cerraba de repente. Siguió un sistema propio de magia para mejorar el que había en las reglas básicas (tres páginas tamaño cuartilla, todo un logro). Una aventura para magos en solitario, como base para pasar las pruebas para ser mago (si, para la Dragonlance), etc, etc. Además, siempre con la ventaja de que lo que escribía era lo que necesitaba.

Es más barato. Y ahora, en crisis, pues nada mejor que algo tan barato como escribirmelo yo. Obviamente, puedo comprar cosas en las tiendas especializadas, pero siempre suelen ser con el objetivo de complementar (o buscar otros puntos de vista) a lo que ya he hecho o lo que voy a hacer.

Desarrolla mi capacidad redactora. Y vaya si lo he notado. En el trabajo, en este momento, tengo que escribir algun texto largo de vez en cuando. Pues es ponerme, y poco a poco va saliendo, sin problemas. Antes, cuando me sentaba, me pasaba más tiempo pensando en lo que poner que en escribirlo.

Matar el gusanillo cuando no puedo jugar o aprovechar lo que se nos ocurre jugando y darlo a conocer por si alguien más quiere utilizarlo y experimentar con ello.

– Cuando escribes cosas para una editorial, parece que no, pero esa etiqueta de [oficial] le da un regustillo especial a las partidas. A mis jugadores les encanta lo de jugar aventuras editadas y todo el material que salga de su juego preferido, aunque lo haya escrito yo.

– Escribir una partida después de jugarla te da otros puntos de vista y te sirve como análisis y examen para ver que cosas podrías haber hecho de otra forma, haber mejorado y que intentar evitar o añadir en el futuro…

Es una especie de backup. Tener esas cosas escritas te da un recurso cuando tienes que jugar y no se te ocurre que hacer, siempre tienes viejas ideas de las que tirar, que si no es difícil que te acuerdes de ellas (aunque fueran muy buenas y originales).

Práctica. Desde 8º de E.G.B. me di cuenta de que me gustaba escribir y que no se me daba mal del todo, cuando nos pidieron un relato de misterio basado en un barco y un río. Desde entonces, y con temporadas de sequía de varios años, he intentado avanzar y practicar todo lo que he podido (que nunca es suficiente)

Alivio. Para mí escribir se convierte en una práctica desestresante. En los últimos años mi vida ha pasado por ciertos momentos de tensión bastante acuciantes, y lo cierto es que escribir me ha ayudado mucho; la pena es que prácticamente nada de lo escrito en este periodo resulta aprovechable, pero las ideas siempre permanecen y flotan en el éter de la imaginación.

Introspección. Escribir es una estupenda herramienta para conocer tu propio interior, y lo que realmente forma la base de tu personalidad. Asimismo, observar cuales son tus escritos de cabecera y aquellos que te marcan a la hora de escribir también resultan muy útiles como autoanálisis psicológico. Se podría decir que podríamos hallar patrones y crear una especie de “escriptología” o algo así.

Ilusión. Es muy reconfortante crear cosas y luego que otros las lean y las usen para inspirarse o para sus propios fines.

Mejora. Una cosa buena de no necesitar presupuestos millonarios ni decenas de empleados para escribir es que puedes permitirte por un esfuerzo relativamente corto realizar tus propias versiones de aquellas cosas que te gustan pero que por ciertos motivos encuentras bastante mejorables. Siempre está muy bien tratar de ampliar el trasfondo de una historia que veas interesante con informaciones suplementarias, o intentar simplificar y hacer más comprensibles o llevaderos textos demasiado farragosos.

Si has llegado hasta aquí y no has encontrado tu razón… comentamela, que la añadiré.