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D30D 4ª – ¿Que es para ti un juego de rol y que no lo es?

Ostras, vaya pregunta.

¿Qué es un juego de rol? es una de esa preguntas que desde hace milenios (bueno, quizá no tanto…) los roleros llevamos discutiendo. La verdad es que da igual que definición te pueda dar, porque posiblemente todas estén mal, ya que un juego de rol puede depender mucho de los ojos con los que se mira.

En mi caso, intenté describir lo que es un juego de rol en la introducción del manual de Trasgos y Mazmorras. Puedes descargarte el manual desde este enlace y leerlo, pero te hago un resumen rápido y mal:

Un juego de rol es una especie de obra de teatro que se va construyendo en el momento en el que se juega.

A partir de esta descripción tan escueta puedes añadir detalles a la misma, aunque posiblemente esos detalles no hagan más que llevarte a conflictos con las distintas definiciones de los aficionados. Puedes decir cosas como que para jugar a rol necesitas a un máster y varios jugadores, y descubrirás que no es así. O que necesitas dados, y tampoco es así. O que incluso necesitas hojas de personaje… y no, hay juegos que no lo necesitan.

Personalmente, acepto todas estas definiciones, mientras siga siendo un juego social en el que se va construyendo una obra de teatro mientras se juega.

Y no es un juego de rol todo lo demás.

Esta entrada pertenece al ciclo del Desafío de los 30 días, en su 4ª edición, que puedes seguir aquí: Desafío de los 30 días

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D30D 4ª – Como jugador, te comprometes a…

… intentar que todos se lo pasen bien. Poco puedo decir más, ya que todo gira en torno a esto.

Intento integrarme en la historia con mi personaje, a conseguir que esta fluya, ha mantener un clima distendido y de confianza entre los jugadores, ha estar atento y participar… en definitiva, a conseguir que todos se lo pasen bien y tengan ganas de repetir.

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D30D 4ª – Como director, eres comprometido a la hora de…

…prepararme la partida. Si soy el máster, me comprometo cuando quedamos para jugar a tener una partida preparada.

Si la aventura es comprada, si tengo tiempo, tomo notas, me apunto algunas cosas y realizo tiradas en tablas que los jugadores no saben ni que existen, para tener secretos preparados por si acaban saliéndose por peteneras y acaban una aventura de dos horas en media hora. Si no tengo tiempo, al menos me la leo dos veces. La primera lectura, nada más terminar la ultima sesión, y la segunda, unos días antes de la siguiente.

Si la aventura es inventada, me preparo los monstruos y las localizaciones que voy a utilizar, y mientras pasan los días voy apuntándome notas con alguna aplicación que me permita consultarlas en el móvil y el pc (como Google Keep). Algo sencillo que antes de la partida me permita copiar e imprimir.

En alguna ocasión no he podido, y antes de la partida he avisado que no me iba a dar tiempo a preparármela, para buscar una alternativa. No hay nada que siente tan mal a nivel personal como prometer una partida y decir unos minutos antes que no puedo dirigirla porque no me la he preparado.

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D30D 4ª – ¿Metajuego como enemigo o como herramienta útil?

El metajuego siempre como herramienta útil.

No solo porque gracias al metajuego se puede simular algunas actuaciones que llevarían tiempo de juego inútil (como por ejemplo, saber que para acabar con un troll es necesario fuego o que los vampiros huyen de la luz) sin tener que estar en cada partida diciendo cosas como «me voy a hablar con los lugareños y visito bibliotecas y almuerzo con el mago y me hago amigo de ese tabernero aventurero» para luego poder hacer una tirada de conocimientos, sino que directamente, en nuestro caso hacemos caso omiso de esas cosas. Si el jugador lo sabe, se supone que el personaje ha hablado con la suficiente gente como para saberlo.

Y alguno me podría decir… «ya, pero es que no ha visto a ninguno y acaba de empezar».

Y mi contestación es «¿cuántos zombies has visto tu en tu vida real?… ¿y dónde hay que dispararles?». Pues eso.

Pero es que además el metajuego no solo es algo que influye en el juego. No es algo que haya salido de la noche al día. Con mi grupo de juego llevo años, años jugando juntos. El metajuego es otra forma de jugar. No juego igual con mi grupo de juego que con otras personas, porque el metajuego le da el sabor que tiene que tener cuando juego con ellos.

Son mis amigos. Y son muchos años. Sin ese metajuego, esas partidas no son las mismas.

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D30D 4ª – ¿Falseas o has falseado tiradas como director de forma puntual?, ¿que opinas de quienes lo hacen?

Claro que he falseado tiradas como director. Todo el mundo ha falseado tiradas alguna vez, y aquel que dice que no se engaña así mismo. No se trata de solo del falseamiento de la tirada, sino del hecho de que se suceda una acción por el bien de la historia, y el máster considere que dicha acción no merece, requiere o es bueno para el fluir del juego del hecho de realizar un dado.

Que si, que si, que tu como máster realizas todas las tiradas en abierto y que los dados caigan donde caigan y todo eso. Pero seguro que en algún momento has desdeñado el final de un combate por ver a los personajes ser muy muy superiores, y no perder el resto de la tarde en un combate absurdo. O has permitido que se realice una acción de forma automática (abrir una puerta, realizar una conversación, etc) por no considerar que el devenir de la historia deba variar. Es bueno. Significa que te preocupas por que tus jugadores se lo pasen bien.

El problema no es falsear alguna tirada de vez en cuando, sino hacerlo de tal forma que de igual lo que hagan los jugadores con sus personajes. Da igual si en algún momento algún personaje pueda morir porque tu no le vas a dejar. O da igual si algún personaje pueda no encontrar una pista porque se complicaría la trama. Así que el problema llega cuando el falseo de las tiradas se vuelve sistemica.

Pero… a menos que estés jugando a Rolemaster, si los personajes de tus jugadores de nivel 15 se encuentran con un perro que les ataca, obvia el combate, falsea la tirada, y evita perder la tarde en algo sin relevancia.

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D30D 4ª – Puntos de experiencia por interpretación, ¿que te parecen?

En estos momentos uno de mis juegos favoritos y al que más caña de estoy metiendo es Savage Worlds. En muchos de los settings de este juego una de las recomendaciones que te hacen es que les des benis (elementos que sirven para conseguir ventajas en el juego) a aquellos jugadores que, entre otras cosas, realicen actuaciones que destaquen.

Durante toda mi experiencia como máster de Dungeons proporcionaba puntos de experiencia a aquellos que realizaban actuaciones que destacasen y consiguiesen que la historia avanzase y que el resto de los jugadores se lo pasase bien.

Así que si, totalmente de acuerdo.

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D30D 4ª – ¿Qué opinas de los juegos indies?, ¿cuáles tienes y a cuáles juegas?

Creo que los juegos indies llenan un nicho de mercado de los juegos de rol en el que no se llenaría de otra forma, o se llenaría de formas menos satisfactorias. Dicho de otra manera, es una de las múltiples alternativas que existen para poder jugar al rol, que se aleja de las consideraciones más clásicas de esta afición, aportando nuevas formas de realizar las mecánicas o reglas de siempre.

He de reconocer que el límite de lo que considero juegos de rol indies no lo tengo muy claro. Obviamente, hay artículos claros y bien definidos a los que considerar dentro de dicha alternativa. Envenenado, junto con Fantasmas Asesinos, son dos de dichos artículos. Pero… ¿El Castillo de Rudesindus entraría dentro de dicha clasificación?

No lo se muy bien, pues desde mi perspectiva clásica de la afición, este es un juego que aporta algo parecido a los aspectos, elemento del que hace gala el mayor exponente de los juegos de rol indies: FATE.

Dicho esto, aclaro por si acaso alguien hace gala de gran sapiencia y alegría que yo no me compro los juegos por si son indies o old-school. Mi forma de jugar es muy clásica. Mucho. Y aunque me gusta que me propongan otros tipos de juegos, yo no soy capaz de dirigirlos, por lo que mi acercamiento a ellos es puramente relativos a la curiosidad y el conocimiento: me encanta comprar juegos para leerlos, para conocer nuevas mecánicas y nuevas formas de resolver conflictos. Algunas de dichas formas las aplico, y otras paso. Creo que es la forma de crecer dentro del conocimiento sobre los juegos de rol.

Dicho todo esto, los juegos indies que tengo, o que tengo y creo que son indies son:

– Spirit of the century
– Envenenado + Fantasmas asesinos
– Dungeon World
– FATE
– El castillo de Rudesindus
– El Rastro de Cthulhu
– Hero Quest
– La puerta de Isthar
– Ablaneda
– Mochos
– Haunted House
– Barrio Xino
– De Profundis
– Apocalipse World
– Puppetland
– Violencia

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D30D 4ª – Librojuegos, ¿te iniciaste con ellos?, ¿cuáles tienes?, ¿cuál te gusta mas?

Justamente el otro día hablaba sobre los librojuegos con David, el dibujante y amigo que me acompaña en la aventura en la que se está transformando el Dungeon del Lich.

Yo nunca pasé la fiebre que pasaron mis amigos con los librojuegos. Bueno, si, pero no. Recuerdo que hace tiempo, cuando era un chaval, mis padres me llevaban los sábados a pasear por Valencia. En estos paseos siempre acabábamos pasando por alguna librería, generalmente la librería Soriano, que me flipaba por su sección de libros infantiles y porque uno de los trabajadores era un señor con pipa que sabía un montón de libros. De estos libreros de toda la vida.

En esa sección había dos apartados en los que se podían encontrar muchos de los librojuegos de Elige tu propia aventura. Ya sabéis, esos rojos que había en dos modalidades… los más infantiles, y unos más adultos con muchas más páginas y un texto algo más… de mayor. Recuerdo que estos librojuegos los devoraba uno detrás de otro. Ponía los deditos entre las páginas para no perderme ningún posible final, y así me veías que parecía que alguien me había cogido con unas esposas de dedos. Claro, olvídate de estornudar, que la cagabas.

Con los librojuegos rojos de mas mayores, ahí ya tenía que utilizar señales, porque no tenía dedos para tantos posibles finales. Y así iba tirando. Que me los leí todos o casi todos (en aquella época no hacía checklists ni revisaba mi cantidad. Digamos que de esta foto me suenan todos.


Miles y miles de deditos enganchados en estas páginas

Un año, en un cumpleaños, un amigo me regalo los tres libros de Planea tu fuga de Tenopia. Me comentó que estaba muy bien, que era como los de Elige tu propia aventura pero en los que había combate y tenias que apuntarte cosas. Yo los cogí, los empece a leer… y me aburrí.

En serio. Quizá sea un bicho raro. Pero es que recuerdo que me resultaba un tostón poder morir y tener que empezar de nuevo. O tener que apuntarme cosas para poder pasar por algunos sitios. Recuerdo paginas por las que pasaba una y otra vez, y me preguntaba porque narices seguía. Así que los dejé. No me preocupo, porque en aquella época estaba con literatura de la guena guena. La Dragonlance, La Espada de Joram… alta cultura. 😀

Sin embargo, hubo cuatro «libro juegos» que lograron hacer que recuperase el interés y con los que me divertí muchísimo.

El primero fue un librojuego en formato cómic: Los petisos carambanales, una historia de Superlópez que como librojuego no está muy allá, pero que en el universo del superheroe fue una revolución para los que estábamos enganchados al mismo. Y además, nos permitía poner los deditos, como en los librojuegos originales de verdad.

El segundo, a rebufo del de Superlopez, fue también en formato cómic: La cita del jefe. ¡Un librojuego de Asterix! ¡Y podías tomar pociones y pegar a los romanos! ¡Y había combate! Me encantó. Como librojuego tampoco era excelente, pero era de un nivel bastante mejor que el de Superlopez, y como he dicho, ya entraba en el librojuego más avanzado con desafíos, enigmas que resolver y demás.

Y el tercero y cuarto, que pertenecían a la misma colección: La torre misteriosa y El aeródromo secreto, de… tachan… Los Cinco. La verdad es que mi primer gran atracón de libros no fue con los Cinco, sino con sus competidores directos: La Familia Hollister, de los que llegué a tener todos los libros y de los que era capaz de leerme dos o tres al día, a costa de la paciencia y del bolsillo de mis padres (que quizá empezaron a replantearse eso de que comprar libros no es un gasto, y si una inversión :-D). Pero claro, alguno de los Cinco también caía, así como también alguno de la colección los Tres Investigadores. Pero bueno, que me lío. La cuestión es que cuando vi el primero de los Cinco, cayó sin dudarlo. Es que tenía libro de claves. ¡Y linterna mágica! Y otras cosas que servían para descubrir la pista necesaria para resolver el misterio.

Vamos, uno de esos obligatorios, si o si.

Hoy en día no tengo ninguno. Con el paso de los tiempos los librojuegos fueron buscando su propio camino, y yo el mio, y hasta hoy no se han vuelto a cruzar. Quizá en el futuro lo hagan.

Esta entrada pertenece al ciclo del Desafío de los 30 días, en su 4ª edición, que puedes seguir aquí: Desafío de los 30 días

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El Desafío de los 30 días – 4ª edición

Ya está aquí. Perdonad el retraso, pero este año me ha sido imposible organizarlo antes. Pero aún así, ya lo tenemos y… bueno, pues no. 🙂

Este año no hemos organizado el Desafío de los 30 días. Y como no he hecho muchas otras cosas durante los últimos tiempos. Por ello, precisamente, me he alegrado mucho de ver como Yop, de la Torre de Ebano se ha liado la manta a la cabeza y ha decidido organizarlo para este año.

Vale. Lo han hecho en diciembre en lugar de en noviembre. Tampoco pasa nada. ¿Qué es un día mas y el desafío era por los días del mes? Venga, hombre, eso no es razón. Si te apetece escribir alguna pregunta más y llenar el mes, no creo que nadie vaya a poner el grito en el cielo (aunque ten en cuenta que el último día es el 31 de diciembre… no creo que tengas muchas ganas de escribir ese día :-D).

Solo te digo una cosa. Participa. Te lo vas a pasar teta, tanto tu como los que te lean.

Las reglas son sencillas, y Yop las explica perfectamente en este enlace. Por mi parte, ya estoy preparando las respuestas.

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Desafío de los 30 Días – Resumen y apuntarse

Ya está el Desafío de los 30 Días planteado. Ya sabemos cual es el objetivo, como participar, y que sistema de reglas vamos a utilizar, pudiéndolo descargar tanto en versión pdf como en versión word (o libreoffice).

Ya solo te queda decidir si apuntarte. Lo he dicho en casi todos los artículos… no es tan difícil como parece, pero entiendo que te resulte algo infranqueable en estos momentos. Puedes apuntarte ahora, o ver como lo vas desarrollando, y hacerlo más adelante. Tienes hasta el día 29 :-).

En cualquier momento, si deseas apuntarte, solo tienes que decírmelo o comentarlo en este blog, y te incluiré en esta página. También puedes comentarlo por privado, ya sea por correo (tienes la dirección en esta página) o por G+.