Porque era idiota.
No, en serio, no le veo otra respuesta.
Vereis. En aquella época me había comprado el Runequest. Tras años jugando al Heroquest, el juego de mesa, me había comprado el manual del Runequest, con unas ganas y una expectativa tremenda. Un par de semanas después, mi primer y unico logro con respecto a los juegos de rol había sido el conseguir que mi hermano y dos primos se hicieran la ficha de personaje. Estuvimos un par de horas para ello, pero aún así, mis ganas de continuar seguían a tope.
No tenía jugadores. No tenía expectativas de tenerlos. Lo único que había hecho eran fichas de personaje. No había jugado al rol. Nunca. No tenía más que el manual básico del Runequest. Y entonces, en una librería, leí la contraportada de otro libro de rol. Esperad, que la copio:
«Manual de combate. Este manual contiene el mundialmente famoso sistema de combate que mejora cualquier juego de rol y que constituye uno de los tres pilares básicos de RoleMaster»
Joder. Mejora CUALQUIER juego de rol. Y yo tenía un juego de rol. A la mierda todo lo demás, a la mierda enterarme de que va eso de Rolemaster y si es necesario tener algo más. Leí ese parrafo y
Y ahí me teníais. Con el manual básico del Runequest y el manual de combate del Rolemaster. Vamos, porque era idiota, ya que teneis que recordar que al final, acabe dirigiendo mi primera partida a AD&D. Menos mal que luego la cosa se fue arreglando.
Esta entrada pertenece al Desafío de los 30 días. Puedes ver las reglas aquí, y al resto de los desafiantes en este post.
Esta entrada y el resto de entradas del Desafío de los 30 días van a ser etiquetadas con el hashtag #Desafío302014 propuesto por Jesús Rolero.
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