Teniendo en cuenta la cantidad de juegos de rol que existe en el mundo mundial, y mi escaso conocimiento de todos ellos, es muy posible que actualmente ya exista un juego que sirva perfectamente para este juego. Pero como ya he dicho, no los conozco todos.
También es cierto que no conozco muchos juegos de mesa, aunque si que he estado probando bastantes estos últimos meses. Por ponerme a decir algunos que no valdrían porque, o bien ya existe (ha existido) o bien el juego de mesa ha salido, precisamente, de un juego de rol, tendría que decir:
– Battletech (ya existe el MechWarrior, aunque es bastante malo).
– Zombicide (aunque valdría cualquiera de zombies, como el ZCorps o el ZAFMBE).
– Descend (mmmmm D&D? TyM? Pathfinder?).
Pero no. Si hay un juego de mesa que en este momento me gustaría ver reflejado en un juego de rol sería, sin duda, el Dungeon Petz. O, mejor dicho, el Dungeon Lords, que ve ampliada su ambientación con el Dungeon Petz. Es cierto que si nos ponemos abiertos de miras, el juego de La Torre de Rudesindus podría servir, si en lugar del mago fuera un demonio, y en lugar de una torre fuera un dungeon, y en lugar de… naranjas. Es cierto que el estilo de las partidas sería el mismo, pero la ambientación daría la suficiente chicha como para ser un juego independiente.
Esta entrada pertenece al Desafío de los 30 días. Puedes ver las reglas aquí, y al resto de los desafiantes en este post.
Esta entrada y el resto de entradas del Desafío de los 30 días van a ser etiquetadas con el hashtag #Desafío302014 propuesto por Jesús Rolero.
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