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El Desafío de los 30 días: día 13

El pnj más memorable que has conocido

Desafio30d

Kano

De entre todos los que he conocido, el más memorable fue Galadriel, la reina elfa del Señor de los Anillos y que nosotros conocimos bajo el paraguas de Rolemaster, mucho antes de que las películas nos fijasen una impronta del rostro de Cate Blanchett como representación de este personaje.

Fue de los pocos que me hicieron ponerme los pelos de punta. Quizá por lo que significaba, o por el momento en el que nos encontrábamos, y la escena fue relativamente corta, pero aún así, cuando pienso en un pnj memorable, me suelo acordar de ella.

Tiberio

¿Os he contado ya que en mi primera partida conocimos a Michael Robinson? :).

Simplemente, en la partida estábamos pasando cerca de los estudios de Canal + y nos dijimos «¡Vamos a saludar a Robinson!» el pobre no terminó bien.

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El Desafío de los 30 días: día 12

El enemigo favorito al que te has enfrentado

Desafio30d

Kano

Voy a diferenciar entre dos conceptos:

En enfrentamiento directo, contra un enemigo en concreto, no tengo favoritos. Si he de pensar un poco en toda mi historia rolera, he de reconocer que no he disfrutado de un némesis al que poder llamarlo así. Mis enemigos individuales no han pasado de durar un par de aventuras, tres como mucho, y en muchos casos han desaparecido en el olvido por esta causa. Y la verdad, me gustaría que cambiase, y poder contar algo sobre un enemigo personal.

En enfrentamiento indirecto, el Imperio, de Star Wars. Estuvimos cuatro años jugando, y las aventuras te dejaban con ganas de más, en ese juego de ajedrez que tan bien se montó el máster entre el imperio y nosotros.

Tiberio

Me sucede lo mismo que a Kano… pero voy a citar un pnj que en realidad apareció siendo yo director y que creo que ha sido el pnj maligno más carismático que he jugado nunca. Se trataba del Duque Cavour, y era un cabroncete que, en principio, sólo iba a salir en una aventura. Pero los jugadores le cogieron tanta manía que decidí meterle más veces, y al final, toda la campaña abandonó sus objetivos iniciales y todo orbitó en torno a Cavour y como destruirle :).

Tanto es así, que cuando al final consiguieron su objetivo, la campaña se desinfló y acabamos abandonándola.

PD: Como anécdota, decir que el pobre Cavour acabó sus días dentro de una bolsa de contención, totalmente inmobilizado, y con un anillo de regeneración puesto. Muriendo constantemente por axfisia, para volver a resucitar poco después y volver a morir…. por toda la eternidad. A veces los jugadores dan más miedo que los villanos 😛

PDD: Para el que no lo sepa, un anillo de regeneración en AD&D es un objeto muy caro, al menos en mis  campañas que no solía haber una magia excesivamente poderosa. Imaginaros las ganas que le tenían para desprenderse del que era, con mucho, el objeto mágico más poderoso que tenían.

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El Desafío de los 30 días: día 11

El personaje favorito de los que has llevado

Desafio30d

Kano

Y a pesar de lo ocurrido, comentado en la entrada anterior, Erlin Hawk fue mi personaje favorito durante muchos años. Lo que pasa que estando retirado voy a elegir otro: ahora mismo mi personaje favorito es Black Mamba, samurai callejero en ShadowRun, con los Lanzaos de Seattle.

Aupa!!!

Tiberio

Ordof, el bárbaro del norte que fue mi primer personaje con el que estuve mucho tiempo, y que tenía la costumbre de quedarse con pequeños recuerdos de los monstruos que mataba, con los que acabó decorando una taberna cuando se retiró al mudarse el director a Córdoba 🙂

También tuve un personaje de la Llamada de Cthulhu con el que estuve jugando cosa de un año de tiempo real y cuyo nombre no recuerdo (voy a acabar muy mal). Un año de juego, en aquellos tiempos, daba mucho de sí, especialmente teniendo en cuenta la mortalidad habitual en este juego, y la verdad es que el pobre los soportó sin apenas acumular más que unas cuantas fobias.

Había parado una invasión alienígena, había desactivado varios grupos cultistas, la mafia de Chicago puso precio a su cabeza y… murió a manos de un jaguar que le pilló durmiendo en una tienda de campaña por la noche. Después de todo lo que había sobrevivido, fue víctima de un encuentro secundario 🙂

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El Desafío de los 30 días: día 10

La historia que siempre recuerdas con tus amigos

Desafio30d

Kano

Esta es larga. Una de las partidas habituales cuando jugabamos todas las semanas y podíamos intercambiar sistemas era a Rolemaster. En aquellas partidas yo era jugador, y mi personaje, recién salido del horno, era un guerrero de esos chulos, con espada y escudo, algo de arco y muchas ganas de comerse el mundo. Se llamaba Erlin. Erlin Hawk. (Kano, kanohawk… ¿lo pillais? Original que es uno 😀 ).

La cuestión es que el personaje que yo tenía idea de llevar era de uno de esos guerreros de primera fila, de los que destrozan a golpe de espada… pero el destino y mis compañeros tenían otros planes.

En la primera partida, nada más salir, nos encontramos con una zanja que acababa en la entrada a un dungeon. Llegamos al borde de la zanja y observamos como en su interior, esperando junto a la entrada del dungeon, había dos arañas gordotas. Decidimos atacarlas de forma sorpresiva. Nos preparamos y al ser el primero en actuar salto sobre ellas, con tan buena fortuna que saco una de esas tiradas abiertas de Rolemaster, y de un tajo me cargo a la primera araña.

El monje que nos acompaña salta detrás de mí y… pifia. Mierda, cae justo a mi espalda, y al caer me empuja. Tropiezo con el cadáver de la araña, me caigo al suelo y la otra araña me muerde, dejándome inconsciente y envenenado.

Bueno, no pasa nada…

Semanas después, recorriendo un dungeon parecido a Moria, que nos servía también de paso entre montañas, nos encontramos con una sala en la que, de espaldas a nosotros, se encuentra un ogro mago, entretenido en nosequé tareas. No podemos arriesgarnos a que se de cuenta de nuestra presencia y avise al resto de los habitantes del dungeon, así que decidimos acabar con él. Por iniciativa, entro el primero en la sala, con una tirada abierta. Me acerco a un par de metros de él con sigilo y además, le doy un +20 a las tiradas de mis compañeros.

El monje de la escena anterior va a entrar en la habitación, pero… pifia. Y mira que me lo imaginaba. Pisa una cáscara, el ogro mago se gira rápidamente cogiendo la maza de la mesa, y… bueno, el resto me lo cuentan ya fuera del dungeon, con el clérigo preguntándose si con regenerar tejidos me podría quitar las marcas de la maza de la cara.

En fin… yo ya empezaba a estar mosca. Así que entre tanto, el tiempo pasa, vamos subiendo de nivel, y me voy subiendo, como quien no quiere la cosa, la habilidad con arco largo, y dejando un poco de lado la de la espada. Para estar algo más alejado, ya se sabe. No, de los enemigos no. De mis compañeros.

Y un día llegamos a un bosque. El bosque es chungo, y tan solo teníamos que cruzarlo. Realmente no teníamos que hacer nada más que ir de un lado al otro. Pues bueno, nos ponemos en formación y decido ir el último, protegiendo la retaguardia con mi arco. Delante de mi iba el mago, delante el clérigo y al principio el monje. Y en eso que noto un frío terrible y como unas manos fantasmales me cogen por detrás, impidiendo moverme. Además, comienzan a absorberme características, y eso claro, ya no mola. Al parecer, un fantasma elfo me había tomado como su cantimplora.

En eso que el mago se gira y se da cuenta. Se lanza a ayudarme, y piensa que con la magia podría hacerme daño, así que saca la espada corta. En su puta vida había logrado golpear a nadie con la espada. Y en esta ocasión… saca una pifia. El máster decide la probabilidad, y vuelve a tirar. Me da a mi en lugar de al fantasma. Le hace tirar los dados… crítico. Cuarenta y tantos puntos. Erlin llora y pide que le dejen que el fantasma se lo coma. Y en eso que oye como el monje viene corriendo con su espada en lo alto, mientras grita «YOOOTEEESAAAAALVAREEEEEEEEEEEEEEEEE». Tira. Pifia. Tira. Me da. Tira. Crítico. Tira… pierna cortada. Nosecuantos puntos mas y muerte por shock. Vamos, que Erlin mira para abajo y se ve la pierna cortada en el suelo. Y no se cae porque le sujeta el fantasma, que ya empieza a pensar que si con un compañero tienen ese odio, con él ya te cagas.

Bueno, pues la cuestión es que logran revivirme, pegarme la pierna y que las consecuencias en las características no sean demasiado graves. Y Erlin se pasa, decididamente, al arco.

Y entonces llega el número final. Nos piden que acabemos con un par de trolls que están haciendo destrozos. Los localizamos en una torre de piedra y montamos un plan. Yo me subiré a lo alto y mientras les disparo con mi arco por el hueco de la «chimenea» para distraerles, mientras estoy a salvo, y el monje, otro guerrero, el clérigo y el mago entrarán por la puerta y acabarán con ellos aprovechando mi sorpresa.

Subo, me preparo, y espero a que se acerquen mis compañeros. Y a la de tres, comienzan a correr. El monje entra y en la puerta, nada mas entrar, pifia, cae en LA TRAMPA MAS TONTA DEL MUNDO, de esas de picas en el suelo, y se muere (nosecuantos críticos de penetración y demás). El guerrero, que se ve las cosas chungas, se parapeta cerca de la entrada para que los trolls no le puedan atacar a la vez y tampoco puedan salir y yo disparo a toda velocidad.

¿Y el mago? El mago decide que va a tirar con el bastón un boloncho de fuego que los queme. No hay peligro. Le gastará los puntos de magia que tuviese, pero al menos podríamos salir vivos. Tira el boloncho… crítico. Miramos, y vemos que el radio de acción se duplica, el daño pasa a ser estructural, calculamos dicho daño y…

Bueno, el mago, desde fuera de la torre vio como esta se desmoronaba sobre sus compañeros, mientras Erlin, antes de su segunda muerte, se pregunta que había hecho él para tener tan mal karma.

 

Tiberio

Me invitaron a dirigir en unas jornadas que se hicieron en la facultad de historia, la condición es que fuera un evento histórico, así que me llevé una partida para Aquelarre que consistía en recrear la toma de Alahama, el incidente que inició la guerra que acabó con la conquista de Granada.

El hecho histórico es que fue un ataque a traición. Un grupo de mercenarios, disfrazados de mercaderes, entraron en la ciudad sin problemas (recordemos que la guerra no había comenzado todavía) y por la noche tomaron las puertas, facilitando que un ejército cristiano conquistara todo el pueblo. Como veis, una historia fácil de llevar a una partida de rol sencillita.

Cuando llegué allí, eramos sólo tres directores y había, literalmente, decenas de personas que querían ver que era eso del rol. Así que yo me cogí al doble de jugadores que tenía previsto, por el procedimiento de hacer otra copia de cada uno de los personajes, que la trama tampoco requería personajes muy carismáticos. Así que me encontré con unos 8-10 jugadores (no lo recuerdo) y un porrón de gente como espectadores.

La aventura había resultado ser demasiado fácil y los jugadores habían ocupado las puertas y lo tenían ya todo controlado, cuando descubren que un soldado nazarí al que habían dejado por muerto, se está arrastrando hacia un cuerno. Los jugadores me habían indicado que dejaban su ballesta cargada, por si acaso, y todos ellos tenían puntuaciones altísimas (eran personajes pregenerados y yo asumí que para una misión como esta no iban a enviar a cualquier pinín, sino a soldados veteranos).

Empiezan a disparar su ballesta, todos con 75s y 80s en sus habilidades y… fallo, fallo, fallo, fallo… la tensión va creciendo. Llega el último de ellos (la última, para ser exactos). Todos los jugadores y un porrón de espectadores pendientes de la tirada… tira… ¡le da! gran regocijo, gritos de alegría y de ilusión… tira localización de daño y ¡en la cabeza! más gritos e incluso una llamada de atención porque estábamos montando demasiado escándalo. Y entonces, tira por daño y… un uno.

La parte interesante es que le añadió tensión a una aventura que había sido demasiado fácil y que, de pronto se conviritió en una defensa desesperada de la puerta, y sus vidas, contra cientos de soldados enemigos.

 

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El Desafío de los 30 días: día 9

Tu mayor pifia alrededor de los juegos de rol

Desafio30d

Kano

Haber empezado el proyecto d20es.org en el momento en el que comenzó.

A ver, que muchos se llevarán las manos a la cabeza, y se preguntarán como puedo decir eso, si es una de las cosas que más unió a muchos. Y la respuesta es sencilla… no digo que no me haya gustado participar, sino que el momento, no solo no fue el mejor, sino que fue una pifia.

Para los que no lo conozcan, os explico. Hace muchos años salió un reglamento llamado D&D 3.0. Este reglamento tenía asociado una OSR que, gracias a la OGL, permitía usarlo gratuitamente, a cambio de ciertas condiciones. En aquella época había mucha, muchísima actividad alrededor del D&D, y una parte de los amigos comenzamos a discutir la posibilidad de traducir la OSR al español. Sabíamos que dicha traducción no iba a significar nada a nivel legal, pero queríamos dar una oportunidad a todos aquellos que quisieran crear sus propios juegos de rol basados en el d20 a tener un marco sobre el que trabajar.

Así que comenzamos a hacerlo. El equipo que se montó era muy guapo. Traductores, revisores, maquetadores… el ritmo era muy bueno, y si no recuerdo mal, en menos de un año teníamos alrededor de la mitad de la OSR traducida y subida a una web.

Y entonces, apareció la 3.5.

Eso fue un jarro de agua fría. Se habló de continuar, de no continuar, y aunque todos teníamos muchas ganas de terminarlo, el tener que lidiar con una nueva versión, revisar todo lo traducido, volverlo a traducir en el caso en el que así fuera… bueno, fue bastante descorazonador, y aunque nadie dijo nada, poco a poco la ilusión fue enfriándose hasta que se detuvo del todo.

Por eso digo que el proyecto era muy chulo, pero el momento fue lo que causó la pifia. Si hubiéramos esperado un poco nos habríamos enterado de la aparición de la 3.5, habríamos comenzado directamente con esta edición, y posiblemente hubiéramos acabado con toda la OSR traducida. O quizá no, pero nunca lo sabremos.

 

Tiberio

Iba a hablaros de la vez la única vez que me tocó algo en un sorteo friqui… me tocó un recopilatorio del The Freak Times que yo había donado a la organización 🙂

Pero no, no es cierto, la mayor pifia que tuve relacionada con el rol fue el día que acepté cambiar mi adorado Rune Quest por un Oráculo. Sí, como lo escucháis. Entonces yo ya nunca jugaba al Rune, y eso de un juego ambientado en la antigua Grecia me molaba mucho y… pues eso. Una pifia gargantuesca 😛

 

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El Desafío de los 30 días: día 8

Tu mejor crítico alrededor de los juegos de rol

Desafio30d

Kano

La verdad es que en la vida real a pocas cosas le podemos llamar crítico. Sin embargo, en este caso creo que se cumplen todas las condiciones para poder denominarlo así, y es una de esas cosas que recuerdo dando botes de alegría.

Hace muchos años hice un pedido a una tienda de esas de impresión por demanda. El pedido era gordo. Pero gordo de verdad, ya que la cifra del precio era de tres números y el primero no era un 1. Tenía muchas revistas de rol, algún dungeon, bastantes aventuras. La cuestión es que yo hice el pedido, y como siempre, al no preocuparme por el tiempo en el que me llegase, pedí el transporte más barato.

Y me olvide. Pero completamente. Se me liaron las cosas, y con varios problemas la cuestión es que se me pasó completamente controlar la fecha de llegada, que en principio era de unos veinte días. Y a los dos meses y medio, me doy cuenta de que el pedido no me había llegado.

Así que miro el correo de atención al cliente, y les escribo un mail para recordarles que mi pedido todavía no había llegado. Dio la casualidad de que este mail coincidió con la proximidad de las fechas de Navidad, y se lo envié una semana antes de las fiestas (el pedido lo había realizado a principios de octubre).

A las pocas horas recibo un mail muy educado, pidiéndome muchas disculpas, y haciéndome saber que se había traspapelado, que entendían mi enfado (¿?) y que ponían en marcha de nuevo el pedido, que lamentaban que por el momento en el que se encontraban este no llegaría hasta después de Año Nuevo, y me reintegrarían la mitad del coste del mismo y no me cobrarían gastos de envío.

Cuando días después mi mujer me pregunto que quería para los Reyes Magos, le dije que no hacía falta nada. Que ya me habían traído un regalo.

 

Tiberio

Qué pregunta más difícil. No se me ocurre nada en concreto :). Creo que el mayor crítico relacionado con los juegos de rol, ha sido conocer los juegos de rol.

No puedo entender mi vida como adulto sin los juegos de rol. Gran parte de mis acciones, mis amistades, mis problemas y mis alegrías han estado relacionadas, de una manera o de otra, con ellos.

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El Desafío de los 30 días: día 7

Tu mayor pifia en una partida de rol

Desafio30d

Kano

Rolemaster. Y ni siquiera fue una pifia por una tirada de dados, que aún hubiera tenido su disculpa.

No recuerdo por qué, teníamos que emboscar a unos soldados. Y aunque en aquella época ya eramos bastante avezados en combate, no eramos lo que se dice los veteranos que todos contratarían, por lo que el enfrentamiento directo estaba descartado completamente.

Los soldados iban a pasar por un camino rodeado de árboles que permitía preparar la emboscada con facilidad, y aún así estuvimos un buen rato intentado que todo estuviera a nuestro favor. Nos colocamos cada uno en el sitio óptimo, revisando una y otra vez nuestras posiciones, lo que íbamos a hacer, por quien nos íbamos a centrar, etc. Y cuando ya estábamos a punto de tenerlo todo dispuesto, me distraje (yo, no mi pj) y no me enteré de en que momento iba a comenzar la emboscada y quien iba a realizar la acción que lo comenzase todo.

Claro, me pongo nervioso, y le digo a un compañero: «oye…», a lo que el máster me comenta que si sigo hablando, posiblemente me escuchen los soldados, ya que ya están llegando. Así que me callo. Y veo como los soldados empiezan a pasar. Y siguen pasando. Y comienzo a ponerme nervioso. Y siguen avanzando. Y yo, que no se cuando va a comenzar todo, cada vez más nervioso. Y más. Y más… hasta que cojo y grito: «¡¡Quietos todos!! ¡¡Esto es una emboscada!!»

Todavía se están riendo.

Tiberio

Yo voy a contar otra sin dados 🙂

Era una partida de AD&D que era un poco en plan Robin Hood. Había un conde malvado que se llamaba el Conde Hoegón y yo llevaba un bardo (creo que fue la única vez en mi vida que he llevado un bardo)

Yo interpretaba a mi bardo en plan cachondo y me dedicaba a coleguear con los pueblerinos, hablando siempre del «Conde Huevón», algo que lógicamente a los campesinos les producía mucha risa.

En una de estas, intentábamos infiltrarnos en un castillo e íbamos disfrazados de soldados. Como yo era el que más carisma tenía, era el que hablaba con los guardias del malo y tal, y en un momento dado cuando nos dieron el alto, les solté una parrafada inmensa hablando de nuestra labor. Yo veía que mis compañeros primero me miraban con incredulidad… y luego que empezaban a reírse, y yo no entendía porqué, ya que mi discurso me estaba quedando de putísima madre… hasta que de pronto me di cuenta de que llevaba dos minutos hablando del Conde Huevón.

 

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El Desafío de los 30 días: día 6

Tu mejor crítico en una partida de rol

Desafio30d

Kano

Star Wars D6.

Acabamos de salir de las celdas donde nos tenían encerrados, y mientras mis compañeros intentaban alcanzar el hangar, yo iba abriéndoles las compuertas desde la sala de control. Un mal cálculo hizo que cuando ellos llegaron a la nave en la que íbamos a escaparnos, un grupo de imperiales descubrió lo que estábamos haciendo, y comenzaron a correr hacia donde estaban mis compañeros, que ya estaban entrando por la escotilla para escapar.

Pero claro, yo lo tenía más difícil, así que comencé a correr desde la sala de control. El máster me hizo tirar para evitar que me diese de bruces contra las compuertas, robots, etc, en tiradas muy difíciles, y en las que sabes que si fallas una, ya no la cuentas. Y yo las iba pasando con críticos una tras otra. Además, mientras corría iba dejando caer a mi espalda granadas con temporizador, a todo esto gritando desesperado a mis compañeros para que me esperasen.

Imaginaros, de frente, a un tío gritando con la cara desencajada, corriendo como un poseso y saltando por encima de todos los obstáculos que encontraba, mientras tiraba hacia atrás granadas con temporizador que iban explotando una tras otra y los disparos de los imperiales restallando en las paredes a su alrededor.

Apoteósico.

 

Tiberio

¡Una vez maté un dragón, de un solo golpe, en Rune Quest! No creo que mucha gente pueda decir algo así 😛

No hay mucho que contar, la verdad, el crítico en Rune Quest ignoraba armadura y le di en la cabeza, con lo que el daño se doblaba, así que el feroz dragón que debía ser el gran climax de la aventura no nos duró más de unos pocos MRs y la cara del Guardían de las Runas fue legendaria 🙂

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The Freak Times #33

Como cada semana, un nuevo ejemplar de The Freak Times, el semanario rolero.

Podéis verlo en www.thefreaktimes.com.

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El Desafío de los 30 días: día 5

Que jornadas recuerdas con más cariño

Desafio30d

Kano

Sin dudarlo, las CLN de Gijón.

Hubo otras posteriores muy chulas (las de Portugalete también estuvieron muy bien), pero es que aquellas fueron grandiosas por muchas razones.

Voy a intentar resumir a grandes rasgos lo que pasó en aquellas jornadas, y si me da tiempo, lo desarrollaré posteriormente:

– Dnd-es y AmigotesDnd-es. Cuando se realizaron estas jornadas ambas listas de correo estaban en su apogeo, así que las ganas de conocernos o de volvernos a ver (dependiendo de cada uno) eran tremendas. Eso hizo que muchos amigos de aquella época, que actualmente lo siguen siendo, tuvieran muchas cosas de las que hablar y compartir, en algunos casos incluso podrían haberse alargado varios días. No eran cosas esporádicas, saludos y algún que otro abrazo, sino conversaciones en algunos casos bastante personales y agradables. Además, los actos que hacíamos al margen de las jornadas eran muy muy divertidos, y daban un rollo de camaradería que difícilmente he vuelto a ver.

– La cena Dnd-es, el intercambio de d20’s, la fiesta posterior donde Sergut ganó el concurso de odas, yo hice de maestro de ceremonias y convencimos a unas chicas que nos habíamos conocido gracias al listín telefónico.

– Donde Verzo ligó.

– Donde Earl estuvo perdido un buen rato a eso de las cinco de la mañana, hasta que descubrió que Gijón tenía dos playas opuestas.

– El desayuno con con Javi, Verzo y Orphebus tras toda la noche de fiesta hablando de la capacidad de algunos escritores de Wizards de escribir un suplemento entero con tres adjetivos y su dificultad para traducirlo al español sin que parecieses imbécil.

– La aparición en el mundo de Frikitardío, que sin haber jugado nunca a nada, se presentó a un concurso donde había que ser el mejor en ¿cuatro? juegos de mesa, y ganó. Todos.

– La reunión de Sombra, donde conocí a Cesar Ayala y a Juan Carlos Herreros.

– La reunión de los CEO de d20es.org. En aquella época no eran CEO’s, sino la mafia.

– Los semigigantes y el baile de las espadas danzantes de Drizzt.

– El chico que exploto al mezclar fabada y sidra, consiguiendo que clausurasen un cuarto de baño del polideportivo donde nos alojábamos.

– La ducha con Tiberio, en la que se forjó la amistad que ha durado hasta hoy.

– El viaje de vuelta a Madrid con los madrileños.

Por esta y por muchas otras razones, como las partidas a varios juegos, de rol y de mesa, el que no me matasen por dormirme en la de los 5 Anillos, una exposición sobre los sueños y las abducciones que nos dieron en la playa por la noche, la cantidad de gente nueva que conocí, etc, etc, etc… fueron las jornadas que recuerdo con más cariño, y que si pudiera repetiría sin dudarlo.

 

Tiberio

Las CLN Esencia de Avilés. Fue un trabajo muy duro que organizamos entre unos cuantos, y que me llegó a agobiar tanto que un par de semanas antes estuve apunto de anunciar que las jornadas se cancelaban 😀

Es algo que me pasa a menudo, cuando las cosas se acercan paso por una etapa de agobio en la que me apetece mandarlo todo a la mierda. La experiencia me ha demostrado, sin embargo, que al final normalmente las cosas acaban saliendo bien, estas jornadas fueron muy mejorables (de hecho, las de Gijón que cita Kano fueron mucho mejores) pero representaban un paso adelante importante con lo que se había hecho hasta entonces, y todo el mundo lo vio así.

Sobre la ducha con Kano no voy a hablar en público. Pero debo advertir que no había pastillas de jabón.

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