Nivel 2 arcano (Artes oscuras) y 2 divino (Corrupción, Oscuridad)
Tiempo: 5 AC | Alcance: 10m | Área: 2 criaturas/nivel |
Duración: Permanente | TS: No | Componentes: V,S, M |
Mediante impíos procedimientos, el lanzador es capaz de alzar a los muertos en forma de esqueletos. Cuando es lanzado este hechizo sobre los restos humanoides de un ser vivo, este se levanta en forma de esqueleto, para obedecer ciegamente las órdenes del lanzador, dentro de sus posibilidades.
Un lanzador que tenga más esqueletos animados de los que puede crear por nivel solo podrá dar órdenes a tantos como pueda crear por nivel por asalto, siempre y cuando esta sea la misma orden para todos ellos. Es decir, si un hechicero de nivel 3, que puede animar a 6 esqueletos, tiene a su alrededor 12 esqueletos bajo sus órdenes, deberá utilizar un asalto para darle las ordenes a 6 de dichos esqueletos, y utilizar el siguiente asalto para darle las órdenes a los otros 6 esqueletos. Si desea dar órdenes distintas, deberá utilizar un asalto por cada orden.
Si el conjuro se lanza sobre un humanoide que aún tenga restos de carne o vísceras, al ser animado el esqueleto irá perdiendo dichos restos rápidamente, quedando en el armazón unas pocas fibras de carne y sangre a los pocos minutos de alzarse. Con el tiempo, los pocos restos acaban perdiéndose definitivamente, siendo el polvo lo único que cubre los huesos.
La utilización de este hechizo es un acto genuinamente malvado, los dioses buenos no proporcionan este conjuro.
El componente material son los huesos de los esqueletos que se desean animar.
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