Cuando «te apuntas» aun proyecto gordo de rol, bien sea completamente personal o colaborando con amigos, de esos que sabes que vas a llevar a tus espaldas años y años mientras la vida te deje, te acabas dando cuenta con el paso del tiempo en que llega un momento en el que te apetece «ir de paseo».
«Ir de paseo» no significa que bajes a la calle y te pongas a pasear de aquí para allá. Sabemos que viene muy bien, y que es un gran estímulo para la mente tener el cuerpo sano y hacer algún deporte moderado. Sin embargo, al «ir de paseo» en este caso nos referimos a una cosa completamente distinta.
Cuando le preguntas a un jugador de rol (en activo) sobre el juego al que juega, nunca te dirá un solo nombre. Posiblemente su respuesta mas cercana a un solo juego sea: bueno, juego sobretodo al D&D, pero también hecho de vez en cuando alguna partida a La llamada de Cthulhu. Quien dice D&D y La llamada de Cthulhu dice Vampiro, Mago, Rol Negro, Exo, La Leyenda de los 5 Anillos, Roleage, FATE, etc, etc, etc. Si se es más joven y se tiene más tiempo, habrá más juegos que ocupen la mayor parte del tiempo, pero incluso los más veteranos juegan a un juego y, de vez en cuando, tocan algún otro.
En mi caso, siempre ha sido alguno de fantasía medieval (antes AD&D y Rolemaster, luego D&D3.X, luego C&C y ahora R&P!) y otro de los muchos posibles en el mercado hispano (eramos así de chovinistas, que le vamos a hacer).
Cuando preguntas a un máster pasa tres cuartos de lo mismo. En este caso, muchas veces solo se dirige a un juego, pero las ganas de hacerlo a otros, aunque solo sea una tarde y para probar el sistema, están ahí, pinchando desde detrás de la oreja para, en un descuido, hacerte unos personajes y tirar unos dados.
Y, como no podía ser menos, entre los creadores de juegos de rol y anexos, pasa exactamente lo mismo. Cuando escribes, tienes a la niña de tus ojos, tu proyecto más querido y deseado, aquél que ocupa el 90% del tiempo que tienes libre. Pero luego, también tienes otros muchos, deseos en su mayor parte, que hacen que de vez en cuando tengas ganas de escribir otras cosas.
No es malo «ir de paseo» cuando finalizas algún proyecto gordo y chulo. Te sirve para desconectar, para superar la embriaguez de la que ya hemos hablado anteriormente. Te permite estar en contacto con amigos, ayudarles demostrándoles que te importa lo que están haciendo.
Pero no solo eso. Al desconectar y ocupar tu mente en otros juegos de rol, esta trabaja desde otro punto de vista. Con la mente aún en lo que acabas de hacer (acordémonos de que el mejor momento para «ir de paseo» es después de finalizar algún proyecto gordo, nunca lo hagáis antes o no terminareis el vuestro nunca 🙂 enfocar la creatividad en otro juego de rol te da nuevas ideas para tu proyecto, desde un punto de vista fresco, y posiblemente sobre el que no habrías llegado a reflexionar si no hubiera sido por haber hecho otras cosas.
En mi caso, lo tengo claro. La niña de mis ojos es, obviamente, la fantasía medieval, dentro de la cual los retroclones, las partidas con sabor añejo y el movimiento que se está generando a su alrededor, y como no, Roll&Play!. Mi «ir de paseo» se dirige, cuando necesito despejarme, a los amigos de la revista Sombra, y en concreto al juego de Rol Negro, al que le tengo un cariño especial por todas las partidas jugadas en Cunia que llevo a mis espaldas.
Cuando vosotros queréis despejaros… ¿hacia donde paseáis?
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