Cuando te levantaste esa mañana no podías saber que tu vida iba a cambiar tanto. Quizá comenzaste a leer las mentes, o quizá fuiste capaz de parar el tiempo unos segundos.
Quizá tu contacto produzca daño o puedas enamorar a quien te de la gana. Quizá te cures instantáneamente del daño que sufras, o puedas ver a través de los objetos.
Todo ello parecía maravilloso aquel día cuando te diste cuenta de lo que podías hacer. Pero con el tiempo, has comprobado que ha sido un regalo envenenado.
Existen enemigos que no sabías que tenías, organizaciones que te buscan para estudiarte, problemas que surgen de donde no te esperabas.
Al menos, no estás solo. ¿O si?
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