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Idiomas de Aleph II

Salsburiano: lengua que podría haber derivado del mismo dialecto del que surgió el bhemio, se habla casi exclusivamente en la isla de Salsbury, quizá durante la Era del Esplendor, sino antes, siendo usada por los primeros habitantes de la ista y el continente. Debido a su situación geográfica es una lengua poco evolucionada en su estructura, pero con una gran riqueza léxica.

Se caracteriza por no hacer distinciones de género o caso, restringiéndose al pronombre. Presenta numerosas variaciones alofónicas y, según la zona de Salsbury de donde sea el hablante, las contracciones pueden hacer creer al oyente que se está hablando un dialecto u otra lengua distinta.

Órcido: grupo de lenguas habladas por los orcos y goblins, a lo largo de todas las tierras órcidas. De esta lengua poco se sabe, pues los primeros textos escritos que se poseen pertenecen a los primeros años de la Era del Letargo, y las numerosas variantes y evoluciones no ayudan a conseguir más información.

Se caracteriza por ser una lengua fuertemente aglutinante, cuyas palabras se forman uniendo morfemas independientes, y que obliga a hacer un uso extenso de lexemas y afijos. Fonológicamente, posee un elevado número de consonantes y vocales, donde predominan las fricativas laminodentales, a causa quizá del abultamiento de los caninos en las mandíbulas trasgoides de los orcos y goblins. Debido a la específica construcción de palabras para la comunicación, estas poseen una elevada información, siendo especialmente ricas los verbos, que en muchos casos pueden contener no solo el sujeto, sino incluso el complemento directo e indirecto.

Gnómico: siendo la lengua de los gnomos, no es de extrañar que se muestre larga y rebuscada, que se habla principalmente en la ciudad de Nosens. Por ello, siempre que dos gnomos se encuentren por primera vez, dialogarán en gnómico como forma de mantener el contacto y la unión entre los gnomos y su ciudad oculta. Ambos gnomos seguirán utilizando el gnómico hasta que se separen o hasta que un tercero les haga notar que no entiende dicho idioma.

Se caracteriza por el tono y el acento de sus construcciones fonéticas, siendo numerosas sus variedades. Un ejemplo de ello lo tenemos en los nueve sonidos vocales, que distinguiendose por su longitud y cualidades, acaban considerandose como diecisiete fonemas vocales distintos. Además, aunque los gnomos no tienen problemas de comprensión cuando hablan con otros gnomos, uno de los principales problemas que presenta la lengua es la inexistencia de una pronunciación estándar. Puede sonar melódico, seco o entrecortado, dependiendo del gnomo que lo hable. Por otro lado, no suele distinguirse el género, y durante las largas y rebuscadas elocuciones, el oyente suele tener que guardar en su memoria el sexo del sujeto sobre el que se habla.

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