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El bloqueo del escritor (I)

Madre mía. Y yo que pensaba que no me podría pasar, y de repente, ayer, con toda su mala leche, con toda su animosidad, con toda su mala fe, me asalto a traición y se me pegó durante toda la noche, hasta que me acosté con ganas de patalear, cabreado. Estuvo encima de mi, como una losa pesada, agobiante, respirando en mi cogote, y no se fue hasta que decidí aceptarla y relajarme.

Supongo que si escribes habitualmente, sabrás a quien me estoy refiriendo. El famoso bloqueo del escritor. Ese momento en el que intentas escribir. Juras que lo intentas con todas tus fuerzas, pero no sale nada de tus dedos, y si sale es inmediatamente tachado, borrado o apartado.

Esta sensación es algo que le pasa a todos los escritores tarde o temprano, y que solo con experiencia o con suerte consigues superarlo en ese instante, dejando en la mayoría de las veces dejar pasar el tiempo hasta encontrar otro momento en el que te encuentres más cómodo, comunicativo o centrado. Sin embargo, no todos los bloqueos son iguales, y no todas las maneras de conseguir superarlo, por lo tanto, son equivalentes.

Voy a darte una lista durante unos cuantos posts de los bloqueos del escritor que pueden asaltarte, y la mejor manera de sobrellevarlos. Comenzamos con el más importante:

El síndrome al papel en blanco: Este es el primer bloqueo que se suele dar, y el más famoso. De hecho, suele creerse, debido a su fama, que es el único que existe. Nada más falso. Este bloqueo consta de una sensación que se produce normalmente al comienzo de un nuevo proyecto. El escritor tiene delante de sí un folio en blanco (quien habla de un folio, habla de un documento de texto en pantalla) y ha de llenarlo con la idea. Muchas veces el problema suele estar relacionado con la primera linea, y quien dice «primera linea» dice tambien «primer párrafo». Suele desembocar en una serie de lineas escritas y tachadas, angustia y/o desgana, que acaba transformandose en un rechazo a escribir ese texto.

Bueno, pues la solución es fácil. Estamos hablando de juegos de rol, y aunque en las novelas la solución es similar, solucionar el problema en los textos de los juegos de rol es más sencillo. Simplemente… no empieces por el principio. Descansa. Coge un papel en blanco y detalla la estructura (si no lo tienes hecho ya) con simples lineas aquello que querías escribir. Luego, desarrolla aquellas que más te apetezcan, bien sean las estadísticas de un personaje, de una habitación. Es decir, empieza por lo mecánico. Luego, desarrolla el texto que acompaña a dichas estadísticas, para finalizar con un requiebro en la escritura ;-D engañando a tu mente y consiguiendo que esta crea que no es el principio lo que estás escribiendo, sino el final. Descubrirás que en los casos en los que el proyecto es corto, este ya está casi completamente escrito.

(continuará…)